"Nos gustaría que se creara un defensor ciudadano para temas medioambientales"
El dirigente cuestiona que no exista una mayor rigurosidad a la hora de abordar los proyectos inmobiliarios que afectan a los humedales de Puerto Montt, por lo mismo, espera que ahora, con la nueva Constitución, pueda crearse una entidad que realice una mayor fiscalización en la protección del medio ambiente.
Que exista una mayor protección de los humedales y que las entidades públicas que debieran resguardar que esto se cumpla realicen su trabajo, es uno de los objetivos que persigue David Hinostroza, quien es el presidente de la Agrupación Cultural por los Humedales y Entornos Naturales, Gayi de Puerto Montt.
Hinostroza, de 48 años, es ingeniero en alimentos, se encuentra terminando un magíster en Medio Ambiente en la Universidad de Santiago y se desempeña en el sector privado.
Además, sus comienzos en materia ambiental se remontan a 2015, en la campaña por salvar el humedal Llantén, ubicado en la parte alta de la capital regional.
Hinostroza deja en claro que la organización que preside no es política, que no reciben aportes de ningún estamento y que entre sus propuestas se encuentra la creación de un defensor ciudadano para los temas medioambientales y un comité ambiental compuesto por distintas organizaciones ambientales para levantar propuestas en distintos sectores de Puerto Montt y así poder ser escuchados.
Junto con ello, valora el que hubiese sido la presión de la comunidad la que llevase a que el municipio de Puerto Montt realizara un estudio respecto de los humedales de la comuna, labor ejecutada por la Universidad de Concepción.
Además, la agrupación que preside realizó una exposición ante autoridades de la Superintendencia de Medio Ambiente respecto a las denuncias sobre irregularidades que estarían incurriendo inmobiliarias en Valle Volcanes y Alto La Paloma.
-¿Qué reflexión realiza de lo sucedido con el humedal Llantén?
-En ese tiempo comenzó un trabajo que buscaba otorgarle protección a este sitio, ya que el sector público no dio el ancho para poder apoyar este resguardo, el que finalmente, como vecinos organizados, más un colegio (Da Vinci) logramos conseguir en la Corte Suprema. Sin embargo, del lugar que queríamos proteger, hoy estamos hablando que lo que queda y en muy mal estado es entre un 15% al 20% del terreno, lo que es lamentable, ya que pese a existir una resolución judicial hasta el momento no se ha realizado nada. La degradación del sector prosigue asociada a las problemáticas ambientales que genera a la comunidad, como la llegada de ratones y la inundación de Jardín Oriente 1, producto de los drenajes que aún se mantienen abiertos. Por eso le solicitamos al seremi de Medio Ambiente, Klaus Kosiel, una solución y que nos escuche al igual como lo hizo con la empresa GPR (dueña del terreno donde está emplazado el humedal). Junto con ello le exigimos al Serviu que haga el cúmplase de lo que mandató la Corte Suprema, respecto de que en un período de tres meses debía dar solución a los vecinos de Jardín Oriente 1 por las inundaciones y, además, que clarifique los permisos otorgados a Socovesa, empresa que no ha dado solución definitiva, ya que lo único que realiza es bombear el agua hacia el costado de la carretera a Alerce.
Hoy continuamos exactamente igual que como partimos en 2015. Llevamos un año realizando gestiones en la Corte de Apelaciones de Puerto Montt para que se cumpla lo establecido por la Corte Suprema.
-¿Cuáles son los principales daños que advierten en los humedales?
-El principal daño es la pérdida del ecosistema de estos cuerpos de agua que son importantes porque ayudan a la regulación, primero que nada, de inundaciones, y a la purificación de este elemento, lo que es relevante por la crisis climática que se nos viene. De hecho, en el norte ya hay problemas serios de agua y en Puerto Montt hay sectores en los que, a 60 metros de profundidad, no se encuentra este recurso. Por eso estamos muy preocupados de cómo esto afectará a los acuíferos, que es donde se