Además, ésta aparece en Chiloé e incluso en la costa de Valdivia, lo que habla que para conseguir esta piedra de Chaitén (al menos hace cinco mil años, aproximadamente) , la gente se trasladaba a emplazamiento. Es decir, se generaba intercambio comercial en aquel tiempo.

Pinturas

En total, dice Javiera Letelier, se encontraron 47 pinturas rupestres y 9 grabados. "Son cuevas que están llenas de pinturas. Es complejo datarlas porque para hacerlo se requiere de elementos orgánicos y en los grabados no hay nada de ello, y ninguno de los dos proyectos contempló hacerlo directamente".

Sin embargo, por la ocupación que se ve en las cuevas, este arte rupestre sería del año 1.300 después de Cristo.

Labarca, en tanto, las describe como "bien particulares" y que no le recuerdan nada de lo que había observado en la Patagonia, específicamente en la costa.

"Estos sitios son bien escasos. Es el único registro en la Región de Los Lagos", destaca.

Algunas de estas pinturas son manchas, otras como puntos y después "hay unas cosas como líneas. No hay figuras humanas, animales o que recuerde algo. Son muy abstractas. Y en una de las cuevas hay por todos lados".

Letelier, en tanto, identifica dos tipos: los grabados, que significa romper la superficie de la piedra con un instrumento, y las pinturas propiamente tal. Además, explica que entre los motivos, lo que más le llamó la atención es que dentro de los grabados figurasen representaciones similares a las que han sido encontradas en otras zonas costeras, como Valdivia o Chiloé, y que parecieran ser "vulvas", lo que habla de una tradición bastante extensa por toda la Patagonia.

Esto indica, además, que hace unos 5.000 años, estos cazadores recolectores marítimos se movían para generar intercambio y el arte rupestre podría dar cuenta de esto, sostiene.

Potencial

Sobre nuevos trabajos, Labarca indica que el potencial que tiene este lugar "es gigante". Por ello, tienen claro que existen otros sitios cercanos a las cuevas.

Por lo demás, señala que lo excavado es "muy poquito. Hay mucho potencial para seguir trabajando y buscar otros lugares cercanos y así darle más cuerpo al trabajo. Hay mucho por hacer".

Una de los puntos negativos que trajo que el hallazgo se diera al darse a conocer a la comunidad fue que mucha gente comenzó a ir y, por lo mismo, "hay mucho rayado actual sobre las pinturas, lo que es un tema delicado", lamenta Labarca.

Valor al lugar

Precisamente, para evitar el deterioro del sitio y que se convierta en un punto turístico importante, el municipio y la UACh trabajan en un proyecto denominado "Arte Rupestre en Cuevas de Vilcún y una comunidad que se apropia de su patrimonio".

Al respecto, la alcaldesa de Chaitén, Clara Lazcano, reconoce el interés que despertó este lugar, por lo que la iniciativa va más allá que el poder exhibirlas, ya que también se busca presentar el relato de quienes fueron sus habitantes, como los pueblos canoeros y cazadores, y que serían, por lo demás, los primeros habitantes de este sector.

Pero no es lo único, ya que también persiguen su preservación, para lo cual hay dos iniciativas que operan de forma simultánea. Una de ellas es la construcción del centro interpretativo en Santa Bárbara y el cierre perimetral de todas las cuevas que se encuentran