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a un proyecto Fondart regional para realizar investigaciones en el sector. En aquel tiempo no formaba parte de la UACh, por lo que participó de forma independiente junto con algunos de sus colegas de la Universidad de Magallanes y del Centro de Investigación de Ecosistemas de la Patagonia (Ciep).
Excavaciones en cuevas
Lo primero que hizo el hoy académico de la Escuela de Arqueología de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt, junto a los demás investigadores, fue realizar un diagnóstico. De esta forma, en la primera investigación, describieron las pinturas y los grabados encontrados e hicieron dos excavaciones en dos de las cuatro cuevas en la "Mediana" y en la "Grande". Las otras dos han sido denominadas "Chica" y "Alta".
La primera, según describe, tiene por característica que es "bien profunda, con unos 10 metros de profundidad y después 4 metros de alto en la parte más alta".
En cuanto a las labores, consistieron en dos excavaciones pequeñas, las que tuvieron por finalidad ver qué había y si es que podían conocer la antigüedad de las pinturas y así tratar de saber quién las había realizado.
Fue así como en la cueva más grande pudieron precisar que tiene una antigüedad de unos 700 años. Y que lo que había en el interior eran conchas y restos de peces y fauna, así como de alimentos.
Respecto del trabajo ejecutado siete años más tarde y que llevó a cabo junto a la antropóloga de Estados Unidos, Karen Holmberg, cuenta que en esa oportunidad contaron con el respaldo de National Geographic para continuar con las excavaciones que no habían terminado en la cueva "Grande" e hicieron lo mismo en la "Alta".
Además, realizaron un trabajo más detallado de las pinturas.
Fue así como en la cueva "Alta" llegaron hasta una ocupación que tenía dos mil años. "Más antigua de lo que habían registrado en la "Grande".
Si bien este descubrimiento les permitió conocer lo que la gente realizaba en este lugar, no encontraron un indicador que les permitiera precisar los años que tenían las pinturas, puesto que un artículo es la "basura arqueológica que está en el interior de la cueva y otra las pinturas, porque puede darse que no se hicieran al mismo tiempo".
La académica Javiera Letelier, de la carrera de Arqueología de la UACh, sede Puerto Montt, quien también ha participado de las indagaciones en las cuevas, plantea que lo que más le llama la atención tiene que ver con las pinturas, porque se trata de una zona de la que existe poco registro de este tipo de arte rupestre.
De ahí que sea una cuestión "bien única", y aunque en toda la Patagonia existen cuevas con arte rupestre, en esta área en específico no había y, por lo mismo, "es un hallazgo bien relevante".
La piedra de chaitén
Para Javiera Letelier, aspecto importante es lo constituye Chaitén para el estudio de la prehistoria de la Patagonia, porque al ser un lugar volcánico tiene una materia prima que es la "obsidiana", que es una roca volcánica, similar a un vidrio volcánico.
Explica que es una piedra que se produce cuando hay erupciones volcánicas. La describe como bien vidriosa y, por lo mismo, muy buena para la confección de herramientas, tales como puntas de proyectiles en vidrio.
" Están dañando este patrimonio histórico que tenemos, que es infinito. Es nuestro diamante en bruto. Las cuevas hay que mostrarlas, pero también hay que cuidarlas".
Clara Lazcano, Alcaldesa de Chaitén