Carlos Ilabaca

El primer fin de semana del mes de mayo de 1995 estuvo marcado por una gran cantidad de precipitaciones que se hicieron sentir con fuerza en toda la Región de Los Lagos. En la zona de Puerto Montt, las lluvias comenzaron la noche del sábado y para las primeras horas del domingo provocaban anegamientos de viviendas, inundaciones de calles hasta con 80 milímetros de agua, además de cortes de caminos y suministro eléctrico.

En la vecina comuna de Puerto Varas, todo el centro de la ciudad además de sectores como Puerto Chico y poblaciones del sector alto sufrieron también con el agua acumulada y Bomberos debió utilizar motobombas para evacuar las zonas más complejas, mientras que en la costanera el líquido vital escurría como una verdadera catarata hacia el lecho del lago Llanquihue.

El Centro Meteorológico Regional Sur, ubicado en el aeropuerto El Tepual, informaba que entre ese sábado y domingo las precipitaciones alcanzaron 56,1 milímetros y rachas máximas de viento de hasta 75 kilómetros por hora. Si hacemos la comparación con nuestros días, el agua caída acumulada al 3 de mayo de 2025 (según Meteochile) llega a los 307,2 milímetros. Para ese fin de semana de 1995, el acumulado registrado era de 452,6 milímetros.

En este contexto se produjo una de las peores tragedias ocurridas en la región y el país.

La hora fatídica

Todo comenzó alrededor de las 20 horas y 15 minutos del día 7 de mayo de 1995, cuando a la altura del kilómetro 7 de la Ruta 225 que une Puerto Varas con Ensenada, sector Puerto Edén, se produjo el colapso de un terraplén por la presión del agua que había formado una laguna a cada uno de los costados de la vía y que, según las primeras versiones, se debió a la obstrucción de una alcantarilla de grandes dimensiones que pasaba justo por debajo de la pista.

A la misma hora en que ocurría esta situación varios vehículos regresaban desde la localidad de Ensenada; la visibilidad en la ruta era dificultosa, tanto por la fuerte lluvia como por el avance del ocaso nocturno. Al llegar al kilómetro 9 de la Ruta 225 debían enfrentar una cuesta poco pronunciada, tras la cual se ocultaba a plena vista una trampa mortal causada por el desprendimiento de tierra que dejó al descubierto un amplio socavón que se extendió por todo lo ancho de la calzada y que alcanzó los 20 metros de profundidad.

Según publicó El Llanquihue en su edición del 9 de mayo, las primeras investigaciones apuntaban a que la tragedia comenzó a desencadenarse cuando cayeron a la profunda zanja dos camionetas: un jeep Cherokee y una Nissan Terrano. Luego se precipitó al vacío un camión con acoplado completamente cargado de metro-ruma, conducido por Luis Alberto Olavarría, que cayó encima de los vehículos anteriores. Siguiendo con la versión policial, posteriormente cayeron los otros vehículos: un automóvil Sentra; una camioneta Chevrolet Luv doble cabina con seis ocupantes, un automóvil Subaru Legacy y un Toyota Corolla 2000.

En ese mismo momento, y a escasos 60 metros del lugar, caminaban por la ruta en dirección a Ensenada dos obreros ordeñadores que trabajaban para Carlos Minte, los cuales se convirtieron en los primeros testigos de la tragedia y quienes levantaron las primeras voces de auxilio a su patrón.

Este inmediatamente salió de su hogar junto a su esposa Teresa Hidalgo en su automóvil y con linternas en mano, con las cuales hicieron señales de luces tanto a los conductores que venían desde Ensenada como del lado de Puerto Varas.

Su testimonio entregado a El Llanquihue hoy resulta esclarecedor para comprender los primeros momentos del accidente y de su heroica acción que permitió salvar más vidas.

"Logramos parar a varios vehículos, especialmente los que venían del lado nuestro (Puerto Varas). En cambio, nos fue difícil con los que estaban del lado de Ensenada. Por más que prendíamos y apagábamos las luces de nuestro auto y de las linternas, algunos autos cayeron... desgraciadamente", relató.

Entretanto, otro de los automovilistas que llegaron al lugar regresó rápidamente a Puerto Varas y dio aviso a Carabineros y a Bomberos, con lo cual se inició un monumental operativo de rescate.

Dramático rescate

Tras la primera alarma de emergencia llegaron al lugar bomberos voluntarios y efectivos policiales, tanto de Puerto Montt, Puerto Varas y Llanquihue, quienes en medio de la noche intentaron el rescate de las víctimas. El acceso a la ruta 225 fue interrumpido a la altura de la Capitanía de Puerto y solo podían ingresar los vehículos de emergencia.

Los trabajos de rescate se