Escape de salmones y la necesaria verdad
Presencia acuícola en lagos, querella de indígenas contra empresa y acusación de sabotaje son las aristas que han aparecido tras el evento en el lago Llanquihue. ¿Existe un nexo entre la amenaza de la CAM y lo que pasó en el lago Llanquihue? Por ahora no se sabe. Ni el ente liderado por Llaitul ni nadie ha dicho tal cosa.
Fue el escape de 60 mil salmones desde un centro de cultivo de Caleta Bay, en el lago Llanquihue durante febrero, el hecho que encendió la mecha de una serie de debates, dudas y circunstancias que deben ser aclaradas con celeridad por parte de las autoridades competentes. Esta semana que termina recién, El Llanquihue dio cuenta no sólo del debate entre parlamentarios y expertos en materia medio ambiental, respecto a los efectos de la actividad salmonera en las aguas lacustres, donde si bien las conclusiones no son tajantes, existe certeza de que la presencia de seres vivos introducidos a un medio ajeno, sumado a la actividad acuícola, agrega elementos que de mayor o menor medida altera el lago. Eso es un hecho.
Ahora, respecto a lo que provocó el escape de unos 60 mil peces, desde el Ministerio Público se reveló como un dato de la investigación penal la existencia de pruebas que darían cuenta de un grupo de personas que llegó en dos embarcaciones para romper redes peceras de Caleta Bay, lo que daría sustento al reporte dado desde un primer momento por la empresa acuícola, en torno a que ocurrió un acto de sabotaje. Esta palabra, tan frecuentemente repetida por organizaciones que usan la violencia con fines políticos en la macrozona sur, fue una advertencia hecha por la propia Coordinadora Arauco Malleco, en 2022, cuando su líder, Héctor Llaitul, fue detenido y encausado por delitos asociados a la violencia en zonas rurales. ¿Existe un nexo entre la amenaza de la CAM y lo que pasó en el lago Llanquihue? Por ahora no se sabe. Ni el ente liderado por Llaitul ni nadie ha dicho tal cosa, por lo que estas aristas deben ser aclaradas por el Ministerio Público y las policías a cargo de la indagatoria.
A todo este escenario se sumó una querella presentada por una agrupación mapuche huilliche, que apunta a la propia empresa Caleta Bay, acusándola de daño ambiental por el escape de salmones. Con celeridad urge saber la verdad y tomar las acciones que corresponda contra los responsables.