Mal uso de grifos de agua en la calle
Estos aparatos sirven única y exclusivamente para combatir incendios, no para bañarse ni para lavar autos en la vía pública. El uso inadecuado de los grifos puede derivar incluso en dificultades para que Bomberos esté en condiciones de combatir el fuego en los inmuebles.
Los grifos forman parte de una red principal para el combate del fuego, por lo cual se instalan en la vía pública y con un fácil acceso. Está incluso reglamentada su ubicación en la entrada de edificios, su separación en zonas residenciales, comerciales, industriales o mixtas. Lamentablemente, en ocasiones se hace mal uso de ellos, ya sea para el refresco callelero en época de verano, como para el lavado de automóviles. Los surtidores sólo pueden ser manipulados por personal de las empresas sanitarias o Bomberos para combatir los incendios. Su apertura ilegal puede generar interrupción en el suministro de agua potable, bajas presiones, roturas en la red y la imposibilidad de que Bomberos se pueda conectar a ellos en caso de siniestro.
Ahora más que nunca es necesario cuidar los grifos en el país, pues en esta época se intensifican los incendios forestales y muchas veces amenazan con llegar al radio urbano, por lo cual los voluntarios deben contar con aparatos en buen estado y con la presión adecuada de agua. El Decreto N° 1.199 sobre concesiones sanitarias y distribución de agua dice en su artículo 128 que nadie -excepto la sanitaria o Bomberos, con ocasión de un incendio-, puede manipular los grifos de incendio. Cualquier persona ajena con fin distinto al señalado, será sancionada. En ocasiones se dificulta el combate de las llamas por la falta de agua en los grifos, por lo que se queman las viviendas, debido a las dificultades para que los carrobombas puedan abastecerse para desarrollar el trabajo de Bomberos. Son lamentables esas tragedias, pero es importante sacar lecciones de ellas para evitar que se repitan.
En ocasiones, se ha denunciado que algunas personas los utilizan además como basureros, colocando en forma forzada en sus boquillas, papeles, envoltorios de dulces, cáscaras y cuescos de frutas, palos de helados y otros desperdicios, en vez de lanzarlos a los tarros recolectores. Esto impide el rápido accionar de los voluntarios en un incendio, porque en esos momentos críticos tienen que dedicarse a limpiar las salidas de esos surtidores, para permitir que fluya el agua y que no obstruyan las mangueras. Por ello se requiere una mayor conciencia de parte de la ciudadanía, a fin de mantener en buen estado estos surtidores de agua.