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nía de Puerto de Puerto Varas y Dirección General de Aguas y la Seremi del Medio Ambiente, por medio del proceso de toma de muestras en las cuatro estaciones de monitoreo, ubicadas en Puerto Octay, Frutillar, Puerto Varas y Ensenada, sumado al muestreo de diez ríos asociados a la cuenca del lago".
Ante la ausencia por vacaciones del titular Klaus Kosiel, se respondió por escrito que "destacamos la reciente publicación en el Diario Oficial en el mes de marzo de este año, de la resolución que dicta el inicio del Programa de Medición y Control de la Calidad Ambiental para el Lago Llanquihue, PMCCA, que permite el monitoreo, de las cuatro estaciones de la red de control, adicionando nuevas estaciones litorales destinadas a monitoreo de calidad de agua y presencia de bioindicadores".
Agregaron que a ello se suma una consultoría en curso, "desarrollada por el Centro de Ciencias Ambientales-EULA de la Universidad de Concepción, iniciado en octubre de 2020, y que considera monitoreos de carácter mensual, respondiendo en su conjunto a aportes a ser considerados en futuras medidas adoptar para el cuidado de nuestro lago".
Un diagnóstico
Mientras que la arquitecto Ángela Delorenzo, directora de Estrategia de la Fundación Chile Lagos Limpios, recordó que a fines de 2019 esa entidad realizó en Puerto Varas el seminario "Planificación y Ciencia para el desarrollo sustentable del lago Llanquihue".
"Abordamos la importancia de la investigación científica en los lagos para informar el diseño de políticas públicas y la planificación territorial en cuencas lacustres, utilizando la experiencia del lago Tahoe, en California, como un caso de estudio exitoso", precisó.
Desde ese instante, comenzó una labor continua y fue así como en marzo de 2020 lanzaron un proyecto de monitoreo en el lago, con tres estaciones de en línea y en tiempo real, que miden variables relacionadas a la calidad del agua, temperatura y oxígeno en toda la columna de agua. "Esperamos, durante 2021, modelar con precisión la hidrodinámica del lago -su comportamiento físico- y el movimiento de contaminantes dentro de éste", anticipó, junto con proyectar una segunda etapa entre 2022 y 2023, para cuando esperan "ser capaces de integrar el modelo del lago con uno de la cuenca, lo que nos permitirá analizar los impactos de los cambios de uso de suelo a su alrededor, en la calidad de agua del lago, así como también los posibles efectos del cambio climático".
Sobre el estado del lago, Delorenzo plantea que "es necesario construir un diagnóstico validado por las diferentes partes interesadas, respecto a cuáles son las principales fuentes contaminantes, en qué porcentaje es el aporte de contaminantes de cada fuente, y cuál es el impacto de estas fuentes en la salud del lago".
La directora de Estrategia de Chile Lagos Limpios explica que con esa información "completa y sistematizada, permitiría definir un estado actual y un estado deseado para el lago". Añade que además es necesario definir qué se entiende por salud del lago, "ya que este concepto puede variar de una persona a otra. Para algunos puede tener que ver con los componentes biológicos y químicos; para otros, con el aspecto transparente de las aguas, o lo pueden relacionar a la intensidad de usos".
Por eso es que estima que en paralelo a la elaboración de un diagnóstico técnico "es importante construir una visión consensuada sobre el futuro del lago, entre todos los actores de la cuenca".
Consultada por los peligros si no se adopta acciones en el corto plazo, explicó que "el riesgo más evidente es llegar a un punto de no retorno, donde sea necesario realizar un plan de descontaminación versus las oportunidades de hoy para realizar un plan de prevención y planificar un desarrollo sustentable".
Boya en el lago
Otra institución que también está abordando el tema del diagnóstico, es la Universidad San Sebastián que, a través de su sede local, obtuvo financiamiento a través de un concurso público del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Los Lagos.
El docente de Vinculación con el Medio, Alberto Fernández, lidera el programa Más Azul Lago Llanquihue de esa universidad, que se propuso en un largo plazo, convertir ese cuerpo de agua en un modelo en materia de conservación, ciencias aplicadas, tecnología y educación ambiental "en equilibrio con el desarrollo integral de las comunidades".
El programa incluye desarrollar diferentes proyectos. Uno de ellos, del que Fernández es su coordinador y que se ejecuta con recursos del FIC, es el denominado "Evaluación de tecnologías de la información y herramientas biotecnológicas para el monitoreo medioambiental del lago Llanquihue" o más conocido como FIC Más Azul, reconoce.
Fernández define que con este proyecto no esperan determinar la calidad de las aguas del lago, sino que la factibilidad de herramientas para medir sus propiedades, para que esos instrumentos puedan ser usados en la toma de decisiones del sector público y privado, así como de la sociedad civil.
Expuso que en el programa podrán ser incorporadas otras iniciativas vinculadas directamente con la medición de la calidad del agua.
Respecto a los avances de este trabajo, que comenzó hace ocho meses y medio, el docente resaltó que instalaron una boya, con cuatro sensores integrados para medir variables de temperatura, saturación, oxígeno disuelto y conductividad.
La información recopilada es derivada a una plataforma que proporcionó la empresa Innovex, que actúa en sociedad con el programa Más Azul, con lo que es posible supervigilar el estado de la información de esos cuatro indicadores en tiempo real.
"Como los sensores todavía están en proceso de calibración, aún no nos animamos a elaborar una conclusión. Lo que vamos a decir, por último, es si están midiendo bien o mal. Probablemente, en los próximos meses vamos a tener datos concretos", apuntó.
En forma paralela, evalúan otros tipos de tecnologías, como la llamada metagenómica. "Es una herramienta de biología molecular que saca el ADN de los microorganismos que se encuentran en el agua. Hay microorganismos que se asocian a actividades del ser humano. La información que llega a producir esta herramienta es mucho más grande que los muestreos tradicionales".
Una segunda iniciativa es la teledetección "que por medio de imágenes satelitales se detectan ciertos patrones. Mide otras cosas, porque estamos hablando de visiones muy macro, que puedan estar asociados a contaminación".
Especificó que en el proyecto, que debería estar concluido a comienzos de 2022, están diseñando otra plataforma, para incorporar a ella todos los antecedentes que aporten estos instrumentos. Una vez establecida, "se llevará a cabo un proceso de transferencia, en la que se capacitará a funcionarios municipales, representantes de la sociedad civil, sectores público y privado para que se puedan empoderar. La idea no es que la Universidad se lo quede como un objeto inamovible. La idea es traspasarlo y darle continuidad. Seguramente, seremos parte de todo ese proceso", para lo que se hará una evaluación técnica y económica que asegure su funcionamiento. "No nos sirve de nada estar proponiendo herramientas de ciencia ficción, que pueden resolver los problemas, si cuestan una millonada y no tienen una sostenibilidad en el largo plazo".
LAS AGUAS TURBIAS LLEGARON LIBRES, POR AÑOS, AL LAGO LLANQUIHUE.