Los investigadores han coincidido en que marzo fue el mes más crítico desde que se declaró la emergencia sanitaria en el país, y que en un año el virus ha atacado a 1,1 millón de chilenos. Debido al aumento considerable de contagios que se observan desde hace unas semanas, el Gobierno resolvió endurecer las medidas de control.

Asimismo, se dio a conocer un nuevo horario de toque de queda, que a partir de mañana se adelantará a las 21 horas y simultáneamente se limitarán los permisos de desplazamiento individual a dos por semana, para comunas en fases 1 y 2, pero sólo uno de ellos se podrá utilizar los fines de semana y festivos. También se restringirán los viajes al extranjero, tanto para chilenos como extranjeros residentes.

Según el informe del equipo Icovid Chile, iniciativa liderada por tres universidades, la carga de contagios de la última semana es la más alta registrada en lo que va de la pandemia, llegando a un estimado de 35,5 casos por 100 mil habitantes a nivel nacional (alza de 11% respecto de la semana anterior), con un aumento sostenido y, lo más preocupante, sin que se vean signos de desaceleración. En las últimas cuatro semanas, el crecimiento de nuevos casos a nivel nacional asciende a 43,7% y según los investigadores de Icovid, los valores más altos se concentran en la zona sur de Chile.

La epidemióloga de la Universidad de Concepción, Ana María Moraga, ha advertido que la carga nacional observada en la última semana es la más alta registrada en lo que va de la pandemia, por lo que resulta imprescindible disminuir al máximo posible la movilidad de la población, pero también prevenir el riesgo de accidentes y cuidar el control de los enfermos crónicos a nivel individual, familiar y comunitario, ya que el sistema hospitalario no está en condiciones de soportar el aumento simultáneo en la ocupación de camas covid y no covid.

Si bien han sido insistentes los llamados al autocuidado que han hecho las autoridades, hoy son más importantes que nunca, pues el país se encuentra en la etapa más crítica de la pandemia. El ministro de Salud ha pedido a los habitantes hacer esfuerzos extraordinarios para evitar el alza de casos, aunque los pacientes siempre van a contar con la colaboración de la autoridad y de los funcionarios de salud.

En la historia breve de nuestra ciudad, el 28 de julio de 1912 es, sin duda, una de las fechas más significativas, pues sin ceremonias ni discursos (como nos recuerda el historiador local Rudy Carrasco) se dio inicio al funcionamiento del tren de pasajeros entre Osorno y Puerto Montt. Así, esta enorme obra, iniciada en 1907, llegaba a su fin. Con un sobrio telegrama del ingeniero jefe el día siguiente, enviado al ministro del Interior, señalando que "ayer corrió primer tren de pasajeros a Puerto Montt", se marcaba el inicio de una etapa .

Fue una obra titánica, épica, por las condiciones climáticas y geográficas. Gigantescos tepuales y verdaderos bosques de alerce sucumbieron ante el esfuerzo de cientos de trabajadores chilotes y también algunos de la zona, que por cinco años fueron construyendo la línea férrea. Así comienza la integración definitiva con el centro del país, movilizando personas y transportando carga, facilitando el desarrollo económico y productivo. En esos años, Puerto Montt era un pequeño pueblo con 5.408 habitantes, y a partir de este hito, comenzó a vivir aceleradamente un proceso de integración y desarrollo económico.

Ahora, 100 años después, somos una urbe pujante, con cerca de 250 mil habitantes y tal vez única, pues Puerto Montt es una ciudad terminal/intermodal de transporte, con aeropuerto, puerto y terminal de pasajeros terrestres. Se cumple con todas las condiciones de ser una ciudad estratégica y geopolíticamente fundamental.

¿Y qué pasó con nuestro ferrocarril? ¿Fue una acción deliberada su eliminación? ¿Tanto poder político tienen los gremios del transporte terrestre, en particular los camioneros? ¿Hubo allí un pacto que debía cumplirse ? Es otra demostración del centralismo que ahoga al país, que invierte miles de millones de dólares en el Metro en la Región Metropolitana, y apenas algunos centavos en estudios para ver viabilidades de un tren al sur. ¿Acaso sólo será desidia?

Se suceden los gobiernos de distinto signo, se escuchan sólo promesas y lo del ferrocarril, finalmente, pareciera que es sólo para los nostálgicos. Si en todos los demás países del mundo se reactiva y potencia este medio de transporte, ¿por qué acá no existe el mismo interés? ¡Es tan obvia su importancia! Ya no sólo no existe nuestra Estación de Ferrocarriles, demolida y reemplazada por enormes torres que afean el paisaje. La centenaria línea férrea ahora es ocupada como campamento y de tomas ilegales, ante la vista y paciencia de los ciudadanos y la brutal inacción de las autoridades. Pareciera que ya nada nos asombra, ni siquiera que exista una estación abandonada, en la parte alta de la ciudad, esperando la llegada de un nuevo tren. Y que como bien dice una hermosa canción de Joan Manuel Serrat, sabiendo que no llegará ningún pasajero a esta estación de cristal.

Hardy Knittel, bachiller en Historia

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Un verdadero emblema de Maullín es la propiedad construida por la familia Montealegre-Müke, la cual con el paso de los años tiene su techo totalmente destruido. Los actuales residentes aún no realizan la posesión efectiva, lo cual entorpece cualquier esfuerzo público por inyectar recursos para su mantención.