Cristo no va a regresar
Es Semana Santa. Época de poco recogimiento, la gente ahora piensa en comprar pescado antes que otras cosas. A pesar de la pandemia, seguimos bajo el influjo de un materialismo desenfrenado. ¿Qué pensaría Cristo de todo esto, si regresara a vivir nuevamente entre nosotros? Posiblemente, ya no volvería a sacrificarse. ¿Para qué hacerlo?
Mi padre, Miguel Serrano, durante su largo peregrinaje por India, pudo comprobar que en aquella nación altamente espiritual también habría estado Cristo, de cuerpo presente. Yo lo acompañé en muchas ocasiones. Esta es en parte su narración de aquellos sucesos:
"Se han hecho investigaciones sobre una tumba existente en Srinagar, Cachemira, que se dice es la de Jesús. Tal vez sea la de un antiquísimo santo del Islam o de un maestro sufí. Nada hay de preciso en ello. He ido personalmente a ver esa tumba. Muy pocos saben de su existencia y del lugar en donde se encuentra. Cuesta llegar. El sitio se llama Rozaball y la calle creo que Khanyar...
"De hinojos oro aquí, como si lo hiciera en la tumba de Cristo en Jerusalén. De seguro hay más recogimiento, más solemnidad que en aquellos Santos Lugares profanados por el comercio y la rivalidad de las sectas cristianas. Además, aquí se encuentra la imagen viva del pasado, los rostros judíos de antaño, las tribus perdidas, los ojos abismales, que contemplan el paso de los siglos, la belleza de sus perfiles puros que encarnaron a Dios.
"Allá, cuando las mujeres llegaron a la tumba, no lo encontraron. La tumba estaba vacía. Jesús se había ido, había resucitado en Cachemira. Después, Él se apareció a sus discípulos. Tal vez proyectaba su mente, su cuerpo sutil, su vehículo astral, con el poder de su ciencia de la Atlántida, para ir a recorrer nuevamente los torturados lugares de su Pasión. Daba así impulso al Mito primigenio del Redentor Sacrificado, Mito que estallaría en el centro de un mundo naciente, haciendo añicos el camino aún no hollado de los arios de Europa, mas dando vida al sueño fantasmal del Amor Eterno.
"Si abriéramos esta tumba en Cachemira, ¿veríamos acaso que también está vacía? Porque Yousa se ha ido nuevamente, ha partido, para ser crucificado en otro universo, en otro astro, fracasada su misión en la tierra, no entendida su ciencia… no comprendido su Mito del Redentor Sacrificado."
Al analizar con detención lo que sucede hoy en el mundo, y en Chile, se podrá comprender que lo narrado anteriormente es muy cierto. Los rostros de la gente de Cachemira y otras partes de India, tienen esa espiritualidad y esa bondad antigua, quizás bíblica, que Jesús debe haber conocido personalmente. Cuando echó a los mercaderes del Templo, estaba haciéndolo también con todos los que actualmente no quieren entender su mensaje.