"No es exuberante el valor, tampoco hay sobreprecio (…) Esta es la contratación de un servicio".
Juan Carlos Cuitiño, concejal de
Puerto Montt, por compra de celulares
"Si no hay espectáculos en vivo, si no hay teatros abiertos (…) quedas en el aire"
Adrián Ojeda, compositor
beneficiado con iniciativa cultural
Desde ayer en la noche el correo funciona en su nuevo local ubicado en el Edificio Fiscal. Esta oficina fiscal quedará enteramente independiente de las demás, teniendo su entrada por calle San Martín. Con este traslado el personal del correo ve hecho realidad un anhelo, puesto que con el nuevo recinto tendrán una mayor comodidad.
Un nuevo reclamo en contra del Gobierno Regional por no cumplir con el compromiso que fuera adquirido incluso por el Presidente Eduardo Frei, de que la reposición del Liceo Manuel Jesús Andrade de Chonchi comenzaría en octubre de 1999, hizo la comunidad estudiantil. La directiva pide que las obras comiencen lo antes posible.
Complicado panorama es el que viven por estos días las familias desplazadas de Chaitén, quienes desde diciembre de 2009 no reciben el pago de su bono, beneficio que es cancelado desde que hiciera erupción el Volcán Chaitén hace dos años. El pago se detuvo cuando figuraron 22 personas fallecidas cobrando el beneficio.
Amedida que el coronavirus avanza en el país, esta vez golpeando con mayor fuerza a una Región Metropolitana que ya sufre los efectos de una cuarentena en varias de sus comunas, así también crece el peligro de la irrupción en la sociedad de otros fenómenos que aunque menos visibles, también tienen la capacidad de seguir alterando de manera significativa la vida normal de los habitantes de este largo territorio. Uno de los más preocupantes es el eventual surgimiento de manifestaciones de discriminación o racismo en contra de grupos minoritarios o vulnerables, y que históricamente suelen aparecer en medio de crisis galopantes que mueven los cimientos de las certezas en las que se movían de manera habitual los ciudadanos.
Cuando la incertidumbre golpea los bolsillos de familias que hasta antes de una crisis tenían sobradas expectativas de consolidar su desarrollo material, o cuando el Estado asume una función asistencial de urgencia para paliar la satisfacción de una necesidad tan básica como la alimentación, se reeditan los viejos fantasmas del egoísmo y de una presunta prioridad justificada en función del origen familiar, color de la piel o cualquier otra categoría odiosa y engañosa que vulnera el principio de igualdad de las personas. Durante las últimas semanas se han presenciado incipientes expresiones de discriminación, incluso en Puerto Montt, escudadas en alegatos acerca de igualdad (vaya paradoja), pero que en el fondo esconden cierta indolencia ante la crisis que se vive y que, tristemente, se seguirá acentuando en los próximos meses.
Aun en esta época de falta de certezas, es indispensable que se mantengan incólumes los principios democráticos y los valores de respeto y tolerancia. La crisis se seguirá acentuando. Habrá mayor desempleo, el hambre se hará sentir con fuerza en amplios sectores. Nada de eso, no obstante, puede ser la base para desmerecer a las personas en razón de su capacidad económica disminuida, sea de base o adquirida. La clave es no perder la empatía ni la compasión por el prójimo.
La innovación social se entiende como un conjunto de soluciones innovadoras a problemas sociales y ambientales que agrega valor a la sociedad. Las diversas
crisis que enfrentamos, sanitarias, ambientales, desigualdad social, ciertamente gatillan estos procesos, donde instituciones e individuos aplican, desde la creación, nuevos procesos o soluciones para acortar o salvar brechas sociales, económicas y/o medioambientales.
Ser parte de este movimiento global es inspirador y desafiante, y desde la vereda del emprendimiento social, un camino que se hace al andar, con pocas seguridades y garantías. Una de las más claras es la sostenibilidad en el tiempo, en especial económica, para poder planificar a largo plazo, con la meta de un escalamiento que permita impactar responsablemente a más personas.
La mayoría de la innovación social en Chile se hace desde organizaciones sin fines de lucro. Somos pocas, aunque cada vez más las empresas privadas dedicadas a esto, y, lograr una estabilidad financiera que permita seguir operando, sin depender de fondos concursables, donaciones u otras formas de financiamiento, es el santo grial.
En ciclos críticos globales, la viabilidad económica de estas organizaciones se contrae o incluso desvanece. Por ellos entendemos la innovación social como un camino para generar ingresos y empleo, al tiempo que solucionamos brechas que afectan nuestras comunidades, en nuestro caso articulando comercialmente a familias de la pequeña agricultura, y donde las alianzas con organizaciones como Corfo, Indap, municipios, Plades o Fundación AcercaRedes, han sido parte fundamental del modelo.
A lo anterior es necesario añadir nuevas capas que fortalezcan y pluralicen la innovación social: cómo hacer visible la contribución de fundaciones, corporaciones y ONG al PIB; cómo pavimentar el camino para que las mipyme puedan recorrer este camino (sean o no B), mientras siguen siendo el "motor de Chile".
Ha llegado el momento de validar a las empresas sociales o "con propósito" dentro un marco legal que incluya incentivos significativos, como la "Ley de Empresas de Beneficio e Interés Colectivo (BIC)". velando por que lo innovador o arriesgado no quede fuera de juego por ser incómodo o inseguro, sino que sea visto como una inversión tal vez riesgosa, pero necesaria.
Enrique Damm, socio fundador
de 70WESTE, Ferias Rurales