El peligro que enfrentan a diario los automovilistas: lomos de toro
RESALTOS. La norma establece tipos y dimensiones, lo que no siempre se cumple, reclama presidente de los colectiveros de Puerto Montt y da ejemplos.
Son cinco los tipos de resaltos reductores de velocidad definidos en el Decreto Supremo Nº 200/2011 del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT), de los cuales se ven pocos en las calles de Puerto Montt.
Al contrario, existen algunos que no están incluidos en esa norma que los reglamenta, situación que torna más dificultoso trasladarse por las vías de la capital regional.
Conforme a ese reglamento, esos resaltos deben cumplir con las características de diseño, requisitos y estándares establecidos en ese Decreto Supremo.
El "Lomo de toro" es definido como una superficie redondeada o plana. En este caso, puede coincidir con el paso de cebra para facilitar el cruce de peatones. Su alto debe ser de 5 a 7,5 centímetros y de unos 3,7 metros de largo.
Otro es el de "Acera continua", una prolongación de ella a lo largo de la calle en un cruce. Su altura debe ser coincidente con la acera que se prolonga y el ancho tendrá que ser acorde con la vereda.
La "Plataforma" es la tercera alternativa. Se trata de un resalto similar al "Lomo de toro" redondeado, cuya altura varía entre los 2,5 y 5 centímetros, dispuesto en forma perpendicular al eje de la calle.
Una cuarta opción es el "Lomillo", también parecido al "Lomo de toro" redondeado, con una altura variable de 2,5 a 5 centímetros. En pasajes se emplaza traslapado y en calles locales, a lo largo de todo el ancho de la calzada. Su ancho longitudinalmente a la calle debe ser de 0.90 cm., a un metro.
Por último, están los "Cojines", de forma piramidal rectangular, que se ubican al centro de cada calzada.
Mientras que los que no deben ser instalados, son los resaltos de goma o de caucho que no cumplan con los parámetros de diseños establecidos en el Decreto N° 200/2011.
Habitualmente, estos elementos redondeado tienen entre 30 a 50 centímetros de ancho y son ubicados para cubrir casi siempre todo el ancho de la calle.
Realidad local
No obstante, la instalación de estos elementos en las calles de la ciudad difiere de las instrucciones contenidas en el decreto del MTT. Al menos, así lo considera Mario Marambio, presidente de la Asociación Gremial de Taxis Colectivos de Puerto Montt. "Los ingenieros en tránsito que tiene la municipalidad, la verdad es que hay que mandarlos de nuevo a la universidad o que empiecen a leer los manuales que existen".
El dirigente argumenta que ningún reductor de velocidad que hay en Puerto Montt, cumple con la norma. "Hay algunos que parecen soleras, no son lomos de toro. Uno choca con el lomo de toro. Hay unos que están muy bien hechos, porque el auto pasa y ni se sienten. Están hechos de acuerdo a la norma".
Pero, también mencionó casos de aquellos que no cumplen con el instructivo del MTT. Entre ellos, citó los casos de avenida Austral "que son como la mitad de un tubo, son redondos. Para qué vamos a hablar de los que están en Vicuña Mackenna, hay unos que están rotos en la mitad. Otros pasan un lomo de toro y caen en un hoyo, ¡un hoyo arriba de un lomo de toro!".
A ellos sumó otros de goma, prohibidos por el decreto del MTT. "Van apernados al piso con tornillos de cemento. Cuando se rompe, quedan los fierros parados haciendo pedazos los neumáticos". Uno de esos casos está en la caletera de la avenida Presidente Ibáñez, a la altura de la población Antuhue. "Y para qué vamos a hablar de las 'estampillas' que están en la población Antonio Varas, en la población de Alerce. Todas esas están hechos pedazos. Yo también choqué con esas 'estampillas'. Sería bueno que inspectores municipales o carabineros puedan reportar estas cosas. Nosotros nos hemos cansado de pedirlas, de pelear con todo el mundo, entonces nos gustaría que supiera la ciudadanía que yo ya estoy cansado de pedir siempre las mismas cosas. Pedimos que se reparen ciertas cosas, que haya iluminación y que pinten los pasos de cebra. No lo pedimos para nosotros, sino que para la ciudadanía en general, para todos los automovilistas".
Perjuicios
Marambio especificó que los daños más recurrentes que sufren los autos son a los amortiguadores y bujes de bandejas de suspensión. Precisó que para un auto Toyota, modelo Yaris, ese repuesto cuesta $26 mil; "Es decir, 52 lucas por auto, porque hay que cambiar las dos. Eso es lo que vale para un Toyota Yaris, que son los que más abundan en la locomoción correctiva".
Observó que los conductores particulares son los que más padecen con los "lomos de toro", por cuanto "nosotros ya conocemos dónde están. Si el particular pasa dos veces al día, nosotros pasamos 30, 35,