El impacto de la permisología
Sólo en la Región de Los Lagos, el año 2023 se dejó de invertir 159 millones de dólares, con ocho mil puestos de trabajo perdidos.
Desde hace algunos meses, el concepto de "permisología", para representar la enorme dificultad con que se encuentran los proyectos de inversión privada a la hora de obtener los permisos estatales, ha venido tomándose la agenda, luego de que gremios empresariales y parlamentarios hayan advertido que sin un cambio a esa espiral de licencias y trámites que se piden, será muy difícil que el país retome la senda de crecimiento extraviada. El concepto ya está instalado, mientras que ya hay un par de proyectos legislativos para afrontar este fenómeno, uno relativo a la propia permisología y otro para reformar el sistema de evaluación ambiental, apuntado como una de las principales piedras de tope.
Lo que faltaba era dimensionar el impacto económico de la permisología en la actividad económica del país, que es lo que logró un inédito estudio de la Universidad San Sebastián, presentado la semana pasada en Puerto Montt, y que advierte que si en el país se dejaron de invertir 2 mil millones de dólares por la parálisis del Estado ante los proyectos, en Los Lagos tal número para el mismo período fue de 159 millones de dólares. Para dimensionar esto, baste decir que, según señala el informe, esa inversión, de haberse materializado, habría generado ocho mil puestos de trabajo en la región.
Visto con perspectiva, el mundo privado cada vez trata de ir más rápido para no perder las oportunidades que encuentra, pero el Estado, que es el que naturalmente debe otorgar los permisos para su estudio y ejecución, ha ido generando una máquina de permisos sin un sistema eficiente y moderno que, además de un buen y justo análisis, responda en los tiempos oportunos. Hay que pensar nada más cómo habría impactado en Los Lagos que el año pasado se hubiese generado ocho mil puestos de trabajo. Habría permitido sacar de la informalidad a ingentes cuadros laborales e inyectado el dinamismo que se requiere en las cuatro provincias.
Por cierto, acabar con la permisología no significa eliminar todos los permisos. Lo que se requiere es que el Estado responda oportunamente y con antecedentes técnicos, sin tóxicos ideologismos de por medio. Estas son las batallas importantes que deben asumir los parlamentarios de Los Lagos.