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Comunero muerto y detective herido en operativo contra WAM

MACROZONA SUR. Diligencia buscaba detención de 19 integrantes de Weichán Auka Mapu que estarían detrás del asesinato de un comunero en 2022.
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Leo Riquelme

Un operativo con 200 funcionarios de la PDI en búsqueda de 19 miembros de la organización Weichán Auka Mapu (WAM) en Tirúa y Cañete, sospechosos de haber participado en el crimen de un comunero en 2022, terminó con ocho detenidos, un lugareño abatido y un detective baleado en un enfrentamiento.

El fiscal regional de La Araucanía, Roberto Garrido, explicó que el deceso se produjo cuando la policía entró a allanar una vivienda y uno de sus ocupantes salió a enfrentarlos con una escopeta. Este desistió de atacarlos, pero a continuación apareció un segundo sujeto con un arma de fuego, una pistola 9 mm, quien sí percutó.

"Esto determinó, entonces, que existiera una acción de repeler ese ataque por parte de los funcionarios de la policía y concluyó con el fallecimiento del atacante", resumió el fiscal.

La víctima fatal fue identificada como Echivaldo Bastías Leal, de 46 años, residente de La Campana, en Tirúa.

El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, informó que el abatido era una de las 19 personas con órdenes de detención por su presunta participación en el crimen del trabajador Manuel Huenupil Antileo, quien fue baleado el 5 de mayo de 2022 cuando participaba en una ocupación pacífica en un predio llamado Casa Piedra, ubicado en Carahue, y que recibió un tiro por la espalda. Familiares entonces culparon a la WAM.

"El Gobierno siempre va a lamentar que hay una persona fallecida, independiente de quien sea", comentó el subsecretario sobre Bastías. "Es un procedimiento de riesgo. Normalmente se hace con equipos especializados, que son los grupos tácticos de la PDI… siempre es posible, cuando se va a desarticular una estructura criminal que tiene poder de fuego, que pudiera producirse hechos de esta naturaleza", añadió en radio Bío-Bío.

El detective de la PDI herido tiene 33 años y fue trasladado de emergencia al Hospital de Curanilahue, donde su subdirectora Karen Ortloff informo que el funcionario sufrió la fractura de su antebrazo derecho, a la altura de la muñeca, a causa del escopetazo, pero se encuentra fuera de riesgo vital y fue sometido a una limpieza quirúrgica para trasladarlo al Hospital Regional de Temuco.

El delegado presidencial de La Araucanía, José Montalva, defendió la diligencia, asegurando que esto permite "ir sacando de circulación a personas que no están reivindicando una causa ni demanda legítima del pueblo mapuche, sino que están generando delitos muy graves".

Monsalve, en tanto, calificó a la WAM como una "organización criminal", pero fue cauto sobre si con este operativo se logró desarticular a esta orgánica, cuyo nombre proviene del mapudungún y significa "Lucha del Territorio Rebelde". A juicio de la autoridad, era mejor calificar lo de ayer como una "intervención importante" para enfrentar a esta banda que desde el 2022 es calificado como "grupo terrorista" por el Estado de Chile.

El presidente del Senado, José García Ruminot (RN), lamentó el fallecimiento de una persona y que haya resultado un detective herido, pero valoró el operativo, pues, a su juicio, "envía una clara señal en nuestra región, donde estos grupos radicales siembran terror entre las familias, sin distinguir color político ni etnia, causando graves daños tanto en la infraestructura pública como privada. Nos enfrentamos a organizaciones terroristas que el Estado de Chile debe combatir con firmeza".

Al cierre de esta edición se revisaba la condición penal de los imputados, a quienes se formalizaría por homicidio y porte ilegal de arma de fuego.

Chile presenta ante CIJ su escrito en demanda de Sudáfrica contra Israel

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Chile presentó ayer ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, su escrito de intervención en el marco de la demanda de Sudáfrica contra Israel por genocidio en la Franja de Gaza, informó la Cancillería.

"En la intervención nacional se sostiene que la CIJ debería dar especial importancia al contenido de las declaraciones de algunos funcionarios públicos israelíes de alto nivel, que han hecho llamamientos a matar a todas las personas que viven en Gaza o a ignorar su estatus civil", aseguró Cancillería.

La declaración fue presentada de acuerdo al Estatuto de la CIJ, que "establece el derecho de cualquier Estado a intervenir en un proceso ante dicho tribunal", apuntó una nota entregada por el embajador de Chile en Países Bajos, Jaime Moscoso.

El presidente Gabriel Boric, que ha sido muy crítico con Israel, anunció en junio su adhesión a la denuncia de Sudáfrica ante la CIJ y en julio respaldó la opinión consultiva emitida por este tribunal que consideró a Israel un estado ocupante, certificó el apartheid y le exigió poner fin a la usurpación de tierras palestinas.

"El Gobierno de Chile expresa su confianza y respaldo en el trabajo de la CIJ en materia de derecho internacional, así como en su interpretación y calificación de las obligaciones contenidas en la citada Convención", concluyó ayer Cancillería.

Chile reconoció a Palestina como un Estado "libre, independiente y soberano" en 2011, durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera.

Según el Ministerio de Salud de Gaza, controlada por Hamás, el conflicto ya deja más de 41.000 muertos desde el pasado 7 de octubre, cuando el grupo terrorista mató a más de 1.200 israelíes y secuestró a 251 en un ataque armado múltiple.

Manfred Svensson

Crisis ética y clases de ética

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Estamos ante una "crisis ética de proporciones". Esa es la expresión que usa esta semana un documento de la Conferencia Episcopal. Pero la verdad es que esa expresión la podría haber usado también la Sociedad Atea de Chile. O cualquier ciudadano. Ante escenarios como el actual, hasta las personas más reticentes a usar el lenguaje de la moralidad se ven inclinadas a acudir a él.

No todos, por cierto, pues siempre existe un grupo de personas que cree poder enfrentar los problemas solo a punta de procesos y reglas. Nos dicen que necesitamos nuevos mecanismos para designación de jueces, tal como antes nos han dicho que necesitamos nuevos procedimientos y más transparencia en otros planos de la vida. No se equivocan. Esa preocupación es perfectamente pertinente, especialmente cuando se trata de designar autoridades cuyo atributo básico debe ser la independencia e imparcialidad. Pero no hay procedimiento ni regla -más vale descartar de golpe esa ilusión- que vuelva viable a un pueblo de demonios.

¿En qué clase de personas nos estamos convirtiendo? Esa es la pregunta ética fundamental. Es la pregunta que debemos hacernos sobre nosotros mismos, sobre nuestros amigos, sobre nuestros conciudadanos, sobre quienes nos gobiernan. Nadie que calibre en serio la magnitud de nuestros problemas puede prescindir de ese lado de la ecuación. Pero aquí aparece otra ilusión, tan común como la fe en los procedimientos: la fe en las clases de ética. Se la ha visto en redes sociales esta semana.

¿Qué decir de esa fe? Es una fe casi idéntica a la esperanza que algunos ponen en las clases de educación cívica como manera de enfrentar la crisis política. También aquí se arranca de un diagnóstico acertado: que existe tal crisis, que habría que hacer algo al respecto. ¿Pero qué hacer? La democracia cuenta con decreciente apego entre los jóvenes, ¿pero se soluciona eso con clases sobre el valor de la democracia? ¿Sirven de algo tales clases cuando en paralelo se ve a nuestros políticos relacionarse de manera puramente instrumental con la democracia (y con tantas cosas más)?

Ilusiones bien intencionadas, pero absurdas. Hace ya 2.500 años lo notaba Aristóteles, quien cierra la Ética a Nicómaco -el primer y más influyente libro de ética en la historia de la humanidad- notando el límite natural con que chocan estas disciplinas. Los argumentos -los libros y los cursos-, ayudan a que una persona bien formada pueda afinar algo la puntería; son impotentes, en cambio, cuando caen sobre una tierra poco preparada.

Se podría, por supuesto, sacar de ahí una conclusión pesimista. Si las clases de ética no sirven, nada sirve. Ese tipo de cinismo es una de las grandes tentaciones de nuestra situación. Pero no era la conclusión que estaba sugiriendo Aristóteles. La inutilidad de las clases de ética nos remite a la utilidad de las instancias más básicas de formación del carácter: a la costumbre, a la ley, al temprano entrenamiento en la virtud, a la familia, a la presencia de figuras ejemplares. No hay una receta sencilla que permita recuperar nada de eso, pero tampoco hay atajo que permita prescindir de ello.

"¿En qué clase de personas nos estamos convirtiendo? Esa es la pregunta ética fundamental. Es la pregunta que debemos hacernos sobre nosotros mismos, sobre nuestros amigos, sobre nuestros conciudadanos, sobre quienes nos gobiernan.

Universidad de los Andes