Incremento del bullying escolar
El acoso escolar deja huellas profundas en los niños y adolescentes. Los padres son los primeros responsables para evitar este flagelo.
La ONG Bullying Sin Fronteras ha señalado que Chile está entre los 30 países con mayores tasas de violencia escolar, con 28.500 casos registrados en los años 2022 y 2023, respecto de los 5.934 conocidos en 2016, evidenciando un notable incremento en las estadísticas. El 2 de mayo se conmemoró el Día Mundial contra el Bullying y el Acoso Escolar, tema de especial relevancia debido a las consecuencias que puede traer al psicodesarrollo e integridad física de niños y adolescentes.
Cada año, el bullying y el ciberbullying son causantes directos de más de 200.000 muertes en el mundo, ya sea por homicidio o por inducción al suicidio, según el informe de la ONG. No es un fenómeno nuevo, pero el problema se ha ido acentuando en los últimos años. Hasta hace unos años, la violencia escolar se manifestaba en ataques de palabra, sobrenombres y publicaciones ofensivas en redes sociales, pero ahora son frecuentes las informaciones que dan cuenta que niños y jóvenes llevan armas blancas o de fuego a los establecimientos.
La agresión escolar es una de las situaciones más dolorosas para los niños y sus familias, considerando que los menores muchas veces sufren en silencio el ataque. Lo más probable es que esto empiece con colocar un sobrenombre, para pasar a bromas mal intencionadas, mofarse de un compañero por diversos motivos, hasta llegar al acoso constante y finalmente a las agresiones físicas. La Unesco ha estimado que dos de cada diez escolares son víctimas de bullying a nivel mundial. Es un maltrato que deja huellas físicas o psicológicas en los niños y jóvenes, que en casos extremos pueden llevarlos al suicidio. El acoso es intimidación, persecución y agresión que sufren algunos escolares de parte de sus compañeros.
La violencia en la escuela es reflejo de la sociedad. Se tiende a mirar el colegio como un mundo aparte, como si estuviera al margen, pero hay un entorno que hoy es más violento, en la casa, en el barrio, en las calles, y eso se refleja también en las escuelas. Al reinicio de las clases presenciales tras la pandemia, las autoridades de educación enviaron a los colegios documentos de apoyo pedagógico para iniciar diálogos entre docentes y estudiantes para un trabajo más armónico. Sin embargo, los padres son los primeros responsables de la conducta de sus hijos.