Especialista llama a disminuir el ruido: "Pasados los 40, se pierde 1% de audición por año"
DAÑO. "Exponerse a ruido constante causa insomnio, problemas gastrointestinales o te puede enloquecer", dice Giovanna Troncoso, quien plantea impulsar el autocuidado y la educación como formas de evitar la sordera.
Agencias
La contaminación acústica, que afecta de manera agresiva en muchas ciudades, acaba con el bienestar y daña la salud física y mental, alerta la presidenta de la fundación panameña Oír es Vivir, Giovanna Troncoso, que propone impulsar el autocuidado y establecer una nueva relación con el ruido a través de la educación.
"El tema del ruido no atañe solo al que nació con pérdida auditiva. La realidad es que muchas más personas pierden su audición después de nacer", afirma Troncoso a Efe a propósito de la conmemoración del Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido, que se celebra cada año el último miércoles de abril para "reflexionar" sobre un problema del que todos "somos parte y también la solución".
"Todos hacemos ruido y todos podemos dejar de hacerlo", recalca Troncoso.
Riesgo sobre 80 decibeles
La presidenta de la Fundación Oír es Vivir, una organización sin fines de lucro fundada hace 15 años, recordó que la Organización Mundial de la salud (OMS) indica que "cualquier ruido por encima de 80 decibeles" ya presenta "un riesgo inminente a la audición".
A 80 decibeles llega el ruido causado por los camiones que suelen transitar por Ciudad de Panamá cargando materiales de construcción. Y un bocinazo, tan frecuente en la capital panameña, puede alcanzar los 110 decibeles.
Se trata de los ruidos comunes hasta del propio hogar o del barrio, con vecinos en sus casas o en las áreas comunes con gritos o música a un volumen que perturba.
Esta situación de ruido excesivo en los condominios y barrios "se convierte en un problema (que) tiene que ser abordado por distintas fuentes (...) y esto se hace con leyes que se hagan cumplir".
"Panamá se califica como una ciudad ruidosa", afirma Troncoso, que recuerda que años atrás "se hacían mediciones de sonido en distintos lugares y la ciudad llegaba a alcanzar ruidos por encima de Nueva York", Estados Unidos.
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) publicado en 2022 indicó que los niveles de ruido aceptables se superan en muchas ciudades del mundo, entre ellas Argel, Bangkok y Nueva York.
El informe "Fronteras 2022: ruido, llamas y desequilibrios" del Pnuma señaló que los sonidos no deseados, prolongados y de alto nivel procedentes del tráfico rodado, el ferrocarril o las actividades de ocio perjudican la salud y el bienestar.
"Exponerse a ruido continuo causa insomnio, irritabilidad, desconcentración, hipertensión, problemas gastrointestinales (...) o te puede enloquecer, te puede dañar realmente", sostiene Troncoso.
El órgano auditivo, además, se enfrenta al paso de los años: pasados los 40 una persona pierde en promedio el 1 % de la audición cada año, añade.
Autocuidado y educación
La clave para acabar con la contaminación acústica es educarse "como sociedad, en términos de qué es el ruido, cuándo hace daño y qué hacer".
La Fundación Oír es Vivir lanzó la guía escolar "Más silencio, menos ruido" para que "los docentes puedan enseñar a esas nuevas generaciones a relacionarse diferente con el ruido, a entender que el ruido hace daño, a saber evitarlo".
"De repente aprendo a llevar orejeras que protegen, tapones intracanal, me alejo de la fuente del sonido. Puedo controlar la frecuencia con que me expongo. Son todos factores que puedo controlar", avisa.