Correo
Cambio de gabinete
Difícilmente el país podrá avanzar si los señores políticos están más preocupados de alcanzar puestos importantes en el gobierno para figurar y para su propio beneficio.
El cambio de gabinete ha dejado de manifiesto que la vocación de servicio de la que tanto se habla y se hace alarde, es una utopía y una falacia.
No entienden o no quieren entender que los gobernantes tienen la facultad de designar, para que lo asesoren o acompañen en su gestión, a personas de su confianza sin importar su militancia. Por lo tanto, quienes se sienten menoscabados al no ser incluidos como parte de un proceso, demuestran que su ego es más importante que el país.
Jorge Valenzuela Araya
"Los improvisadores"
La improvisación o freestyle se ha vuelto indiscutiblemente parte de la cultura callejera chilena, donde se vive y disfruta en las plazas, parques, calles, etcétera. Con grandes raperos a lo largo del país e incluso fuera de este, pero al parecer el fenómeno de la improvisación se ha expandido más allá de las fronteras de la calle, llegando también al palacio de Gobierno. Al parecer llegó para quedarse.
Luego del nuevo cambio de gabinete, quedó más que en evidencia la mejor batalla de improvisación del Gobierno nunca antes vista (hasta el momento), con detalles memorables, tales como que a minutos de empezar la ceremonia de cambio de gabinete, una persona empleada del Gobierno saca una de las primitivamente seis sillas de los nuevos ministros, quedando reducido a sólo cinco sillas, quedando claro que a último momento se arrepintieron de cambiar a un secretario de Estado. O como el otro gran momento que ha expresado el ex ministro Juan Carlos García, planteando que su cambio se decidió sólo unas dos o tres horas antes de la ceremonia de cambio de gabinete.
Entonces, la pregunta es ¿cómo podemos confiar la administración de un país entero a un grupo de freestylers expertos en improvisación? La respuesta es simple, sólo queda esperar el término de la base de hip hop.
Felipe Jara S.
Nueva ministra de Ciencia
La nueva ministra de Ciencia es la primera en el cargo -puesto que ha cambiado tres veces en el primer año de gobierno- que es "no científica", según los medios de comunicación. Puede ser que no haya publicado papers, o que no trabaje en un laboratorio -como el estereotipo actual de investigador-, pero estamos frente a una profesional que lideraba el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, organismo autónomo que asesora a la Presidencia de la República en estas materias.
Además, fue la última directora de Conicyt, y lo lideró en el proceso de cambio a la actual Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (Anid). ¿Es relevante entonces destacar que no desarrolle investigación?
Lo que necesitamos como país es construir agendas y políticas públicas que permanezcan en el tiempo y que no tengan que ver con la vocación de uno u otro científico. Quizás ese sea el mayor aporte de esta nueva etapa, considerando los más de 10 años -de la actual ministra- de experiencia en coordinación y liderazgo de equipos multidisciplinarios, en proyectos públicos y privados, y culturalmente diversos. Como debe desarrollarse la ciencia hoy: de forma creativa, con visión estratégica y capacidad ejecutiva.
Iván Suazo, académico de la Universidad Autónoma de Chile
Jornada de 40 horas
El proyecto de ley de 40 horas en lo esencial se traduce en una modificación del Código del Trabajo que reduce la jornada de trabajo de 45 a 40 horas, considerando cierta gradualidad anual. Sin embargo, parece no considerar que existen funcionarios públicos que se regulan por dicho cuerpo legal por remisión de normas estatutarias, a los cuales se les debería aplicar esta reducción de jornada. Según Dipres, en el gobierno central hay cerca de 35.000 funcionarios en esta situación (8%) y en el mundo municipal, si bien son menos (cerca de 1.600), el tema se complica por la cantidad de trabajadores de las corporaciones de salud y educación.
Lo cuestionable es que en áreas sensibles como salud y educación, la administración central municipal de esos servicios tendrá una jornada distinta (40 horas) a la de docentes, asistentes de la educación o profesionales de la salud (44 horas), sin que dicha diferencia de jornada tenga algún sustento que impida calificarla como arbitraria e incluso, inconstitucional.
Christopher Gotschlich, académico de la Universidad Central
Día de la Felicidad
Desde el año 2013 las Naciones Unidas invita a la celebración del Día Internacional de la Felicidad (hoy 20 de marzo), como una forma de destacar su relevancia y también el bienestar que genera en las personas dentro de su núcleo social. Sin embargo, ¿existe claridad sobre qué es la felicidad? Esta interrogante de seguro ha sido tema en conversaciones con amigos, compañeros de trabajo o familiares.
La felicidad es un estado subjetivo, el cual depende de cada persona que lo experimenta. En algunos casos se transforma en un motor que acompaña nuestros deseos, motivaciones y expectativas. De esta forma podríamos pensar que el ser feliz se asocia a emociones positivas; sin embargo, debemos recordar que se trata de un estado duradero, pero que en algunas situaciones caduca.
Entonces, ¿cómo sobreponerse cuando la felicidad parece una meta lejana? Un ejercicio sencillo en algunas situaciones es mirar el pasado identificando momentos que nos hicieron felices, pero que cuando sucedieron no fuimos capaces de apreciarlos. En esta línea lo sensato sería entonces aprender a disfrutar. Esto porque cualquier fundamento o razón para alcanzar la felicidad dependerá de las personas y el momento, pero finalmente será la bondad y las emociones de la circunstancia las cuales nos permitirán sentirnos felices.
¿Es obligatorio ser feliz por la mañana, antes de salir al trabajo o al colegio? La verdad es que no, pues no se trata de una obligación o un deber, ya que muchas veces la ambición por la felicidad nos aleja de nuestro propósito.
Carlos Burgos, académico de la Universidad de Las Américas
Precio de la palta
El kilo de palta podría llegar a los $9.000 a fines de marzo. Hasta el momento, el kilo superó los $7.000 en algunas partes del país y podría seguir subiendo.
Es sorprendente cómo la inflación sigue afectando a nuestro bolsillo.
Agnia Leandro