Salud y enfoque de género
En este período marcado por la agenda del 8M, vale la pena enfatizar en la necesidad de poner el foco en la salud de las mujeres. Las medidas de confinamiento que se decretaron por la pandemia fueron en particular perjudiciales para la población femenina.
Marzo es el mes de la mujer. El 8M representa el punto de partida para las reflexiones sobre derechos y equidad, pero muchos otros temas cruzan estos días, relacionados con el enfoque de género para el desarrollo mejor de este segmento en la Región de Los Lagos y el país. Un tema transversal en esa perspectiva es la salud, especialmente la prevención. Esto porque la naturaleza de los roles sociales y la multiplicidad de tareas que se asumen en la vida profesional y familiar, incluye una constante postergación del autocuidado, lo cual se traduce en diagnósticos tardíos y tratamientos poco eficaces.
Tales situaciones aumentaron especialmente en pandemia, como se aprecia en múltiples estudios que se han hecho al respecto. Las mujeres resultaron particularmente perjudicadas con las medidas de confinamiento para frenar el covid, comenzando, por ejemplo, con la violencia intrafamiliar.
Más allá de las áreas vinculadas a la reproducción y la sexualidad, otra área en la que las mujeres requieren mirada especial es la cardiovascular. Los infartos en ellas son diferentes a los de los varones y suelen ser subdiagnosticadas, pues se presentan con fatiga, sudoración o mareos; en vez de sólo el dolor de pecho. Se confunde con otras enfermedades. No siempre les dan prioridades en las unidades de urgencia. Se sabe poco al respecto y se hace poco, porque el cansancio no suele ser visto como un síntoma de riesgo; para muchas es casi parte de la vida cotidiana.
Vinculado a lo anterior está la salud mental y el bienestar emocional. El estudio "Termómetro de la salud mental en Chile ACHS-UC" advirtió el año pasado que un 36% de las mujeres se siente con alto nivel de ansiedad y que lideran las listas de factores de riesgo: sedentarismo, depresión, insomnio. A ello hay que sumar hechos vinculados a la edad, como los trastornos alimenticios que se dan principalmente en la adolescencia.
A la luz de lo anterior, si la pregunta es ¿requiere la atención de salud un enfoque de género? Todo indica que sí. Y este es un buen mes para hablar al respecto.