Emprendimiento femenino
Hay bastante que avanzar en el país en torno al apoyo que requieren las mujeres que inician su camino laboral. Las tasas de informalidad femenina demuestran el alto nivel de precarización que hay y los desafíos en torno a ello.
Por cada diez hombres que emprenden, hay siete mujeres que inician igual ruta. Ellas fracasan menos, pero tienen más opciones de recibir financiamiento y proyectarse en el largo plazo, algo marcado principalmente por las llamadas "responsabilidades de género", pues el tiempo femenino se divide entre múltiples tareas familiares y profesionales, restando opciones para postulaciones largas, trámites, e incluso capacitaciones. Más si son parte del 41% que es jefa de hogar.
¿Resultado? Un 80 por ciento de las emprendedoras debe autofinanciar sus negocios y los ingresos de muchas escasamente superan los 500 mil pesos mensuales. Además, la mayoría trabaja en rubros tradicionales de cuidado, gastronomía, vestuario y decoración; pocas lo hacen en tecnología -por ejemplo- que otorga más proyecciones.
Las cifras corresponden a estudios efectuados por Fintech y citados por Comunidad Mujeres Emprendedoras. Reconocen que instrumentos como los capitales diferenciados (Abeja, los planes municipales, Centros de Negocios, por ejemplo, y otros) son muy valiosos; pero que se requiere siempre de más acompañamiento y trabajo en red para que el talento se potencie y crezca.
Johanna Reyes, directora ejecutiva de esa organización, destaca que los emprendimientos liderados por mujeres han crecido casi un 35% los últimos tres años y destaca que una mirada colaborativa es la clave para que se alcancen mejores resultados. "Trabajar en comunidad es algo que nosotras potenciamos y recomendamos, porque la ayuda en conjunto es positiva".
Colaborar con el emprendimiento es importante; pero especialmente si a través de él se logran mejores condiciones laborales. Este punto resulta relevante a nivel de la zona sur, debido a las cifras de informalidad femenina, algo que habla de alta precarización. La experta cree que, ante esa realidad, también la ciudadanía puede tomar conciencia y contribuir "prefiriendo los productos que entregan las emprendedoras en su ciudad y región". Sus palabras tienen sentido y el consejo puede seguirse especialmente en esta época, cuando la programación de verano incluyen ferias y actividades donde ellas son protagonistas.