"Alegría de vivir" marcó el cierre de las celebraciones de seis décadas
FIN DE AÑO. Escuela de Ballet Cristina Ortega cerró sus actividades 2022 con tradicional gala.
Redacción
Como un gran cierre de las celebraciones de los 60 años de la Escuela de Ballet que lleva su nombre, calificó la maestra de danza, Cristina Ortega Fierro, la Gala "Alegría de Vivir", que presentó en el Teatro Diego Rivera como cierre de actividades del año 2022.
Un espectáculo que, como es tradicional, puso sobre las tablas del Diego Rivera a un grupo de cerca de 60 bailarinas de todos los niveles de enseñanza de esa institución, desde pequeñas que este año debutaban, hasta fogueadas integrantes del grupo de ex alumnas de la escuela.
Tres generaciones -madres, hijas y abuelas-, compartiendo el amor por la danza.
La escuela despidió además este año a dos de sus alumnas, quienes egresaron de cuarto medio: Martina Colivoro Alvarado y Cathalina Volke Barría.
Curso de verano
"El ballet fue para mí algo muy relevante de mi vida, pues empecé desde muy chica, por el interés que vieron mis papás en mí por la danza", cuenta Martina, quien egresó del Colegio San Francisco Javier, aunque la mayor parte de su vida escolar la vivió en el Colegio Puerto Montt, quien partió a los seis años practicando danza después de un breve acercamiento en un curso de verano.
"Desde ahí he seguido hasta el día de hoy, y a pesar que ha sido un proceso algo duro, al final tuvo su recompensa y me enseñó muchas cosas de las cuales estoy agradecida con mis compañeras y maestras", dice Martina, quien ahora espera entrar a la universidad para estudiar Arquitectura, pero no descarta seguir ligada a la danza.
Desde los tres años
Para Cathalina Volke el camino ha sido más largo, porque partió a los tres años y medio, "toda mi vida ha girado en torno a eso, desde pequeña siempre preferí el ballet sobre cualquier otra cosa", afirma. Ella valora como lo más gratificante y bonito que le ha dejado el ballet "son las amistades y todas las personas que he conocido, además de todo lo que aprendí a lo largo de todos estos años, cosas que quedarán en mi memoria para toda mi vida, y también me ayudaran mucho, ya que gracias al ballet mejoré muchísimo mi postura y detalles que se notan en el día a día", agrega.
Cuenta que lo más difícil de la disciplina es lograr la perfección en los ejercicios y con la mejor técnica, lo que requiere más esfuerzo y dedicación, "creo que lograr aprender los ejercicios no es un trabajo difícil, pero tener una técnica perfecta claro que lo es, además de poder cumplir con los horarios, ya que requiere de un trabajo constante, de varias horas a la semana y más aún cuando estamos cerca de presentar una gala".
Recién egresada del Colegio Germania de Puerto Varas, espera ahora viajar al extranjero a perfeccionar el inglés antes de entrar a estudiar "lo que sea que me guste en ese momento y poder lograr ser la mejor en lo que escoja".