Iglesias evangélicas y protestantes
La festividad que se conmemoró ayer recuerda el inestimable aporte que ha hecho este sector en amplios ámbitos del quehacer nacional. De acuerdo a los datos que aportó el Censo del año 2012, el 16,6% de la población nacional se identifica con los grupos evangélicos y protestantes.
Se conmemoró ayer el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes de Chile, festividad que fue instituida en 2008 por la Presidenta Michelle Bachelet para honrar y destacar el aporte que han hecho esas iglesias no sólo en el tema religioso, sino en la educación, el trabajo social con las familias, el apoyo a los reclusos en las cárceles y su reinserción social.
La llegada del evangelismo a Chile data de mediados del siglo XIX, gracias a la inmigración de alemanes e ingleses, que trajeron al país sus creencias luteranas y anglicanas, respectivamente. Sin embargo, el gran poder que tenía la Iglesia Católica y su relación con el Estado no permitió su desarrollo. En 1883 se aprobaron en el país las "leyes laicas" y en 1909 nació la Iglesia Metodista Pentecostal, la que tiene la mayor cantidad de fieles. Pero no fue hasta después de 1925, gracias a la separación oficial del Estado y la Iglesia Católica, establecida en la Constitución de ese año, que la población evangélica comenzó a aumentar.
En 1974 fue inaugurada la Catedral Evangélica en Santiago, a cargo de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de Chile, y al año siguiente hicieron su primer Tedeum con invitación a autoridades. Cuando se planteó la necesidad de que este sector tuviera un día de celebración, se consideró que debía ser un reconocimiento al aporte que han hecho a la espiritualidad de la sociedad chilena.
Es relevante el rol social que han cumplido evangélicos y protestantes, así como el porcentaje significativo de sus fieles, un 15,1% de la población, de acuerdo con el Censo de 2002, y luego 16,6% según el Censo de 2012. El aporte del pueblo evangélico no sólo debe considerarse desde el punto de vista de la ramificación de sus templos en todos los rincones del país, sino también en otros ámbitos del quehacer nacional, como es el caso de la educación y de los colegios que tienen y administran. Han desarrollado una importante labor, solidaria, especialmente con los sectores más vulnerables de la sociedad.
Aparte de proyectos educacionales con sus colegios, han trabajado en la reinserción social, con una fuerte presencia en las cárceles para contribuir a rehabilitar a quienes han delinquido, por lo que están en aquellos espacios donde las personas más requieren de apoyo y de guía espiritual.