Irregularidades en el Daem
No debería llamar la atención el duro informe de Contraloría hacia la unidad municipal de Puerto Montt. Hace tiempo había ya suficientes señales. Quienes estuvieron dirigiendo el Daem como los llamados a supervisar y fiscalizar deben responder ahora por la evidente desprolijidad.
Tristemente, hace tiempo que el Departamento de Administración de Educación Municipal (Daem) de Puerto Montt viene dando muestras de una administración deficiente, no tanto por quien está a cargo ahora -que aparentemente está tratando de aplicar el orden tantas veces pospuesto-, sino producto de años de un mal manejo que, de una forma muy extraña, fue admitido sin cuestionamientos por el alcalde y los concejales. Si ya habían dudas sobre la eficiencia y eficacia del Daem, el último informe de Contraloría, conocido la semana pasada, ha venido a confirmar la certeza que hay en torno a un departamento que perdió el rumbo en la administración de un área tan sensible como lo es la educación municipal.
El informe del órgano de control cuestiona la existencia de saldos no acreditados y el pago de licencias médicas; y en lo que quizás públicamente asoma como más inquietante, objeta las decisiones que tomó en su momento el Daem para comprar útiles escolares (ampliando los beneficiarios hacia quienes no les correspondía) y para justificar la adquisición de cajas de alimentos (para lo cual presentó como argumento un plan extemporáneo). Contraloría ha abierto procedimientos sancionatorios que, como todo proceso de la administración pública, es muy probable se extiendan por bastante tiempo, desmereciendo la preocupación que ha surgido en la opinión pública acerca de la gestión en este sector específico del municipio.
Este episodio viene a demostrar la importancia de la profesionalización, pero en serio, de toda unidad del municipio. Durante bastante tiempo hubo muchas señales de un Daem poco prolijo, usado incluso como plataforma política; y el resultado está ahora a la vista, con Contraloría cuestionando el destino de más de $3 mil millones y una imagen por el suelo.
Los responsables están, evidentemente, en el municipio, tanto quienes estuvieron a la cabeza del Daem como por quienes, por acción u omisión, se desligaron de su función de supervisión y fiscalización oportuna (alcalde y concejales), poniendo en riesgo de aquí en adelante el proceso de desmunicipalización, tal como lo ha evidenciado el propio subsecretario de Educación.