Déficit hídrico
La prolongada sequía que ha afectado al país desde hace trece años, ha generado una situación muy complicada, especialmente en las zonas agrícolas. Hay que considerar que el agua es un elemento importante en el bienestar de la población y tiene un impacto positivo en la vida de las personas.
El Gobierno, a través de la Dirección General de Aguas, ha señalado que pese a las lluvias y nieve caída en los últimos días, nuestro país sigue con déficit hídrico y que el racionamiento es una eventual medida que se podría aplicar durante el verano próximo en las zonas donde sea necesario.
El ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, ha expresado que los últimos sistemas frontales han sido muy positivos en el marco de la crisis hídrica, pero "no hemos podido aún revertir el déficit hídrico de más de una década".
No obstante, las regiones del Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos tienen superávit de lluvia respecto del promedio histórico, salvo algunas estaciones donde aún hay cifras levemente inferiores. Es así que la estación Concepción presenta un 13,3% de déficit y la estación Pucón un 4% de déficit.
La prolongada sequía que ha afectado al país desde hace trece años, ha generado una situación muy complicada, especialmente en las zonas agrícolas. De hecho, 2019 fue el año más seco del que se tenga registro, y en la actualidad, pese al invierno, los caudales de los ríos no se han recuperado totalmente respecto de lo que se consideran años normales.
Sin embargo, en las comunas rurales esto se traduce en que las napas se están secando paulatinamente, lo que afecta a miles de personas, que no cuentan con un buen suministro de agua para enfrentar sus necesidades diarias y para regar sus cultivos en verano.
Los gobiernos han desarrollado planes de ayuda con subsidios a los sistemas de agua potable rural y que han beneficiado a hogares que tienen dificultades para pagar sus cuentas, aun teniendo limitaciones de suministro. Hay que considerar que el agua es un elemento importante en el bienestar de la población y tiene un impacto positivo en la vida de las personas, al incidir en la seguridad alimentaria y energética, la salud y el medio ambiente. El cambio climático es una realidad, y paralelamente, está la creciente necesidad de agua que tienen la agricultura, la industria y las ciudades.