Energías renovables
En los últimos años ha habido un decidido impulso en el país a la diversificación de la matriz energética. La ampliación de la capacidad energética a través del aumento de las Ernc es un elemento crucial para el desarrollo económico del país.
Se dice con frecuencia que las Energías Renovables No Convencionales (Ernc) son las energías del futuro y Chile no está ajeno a esta tendencia. Las autoridades las han apoyado y estimulado, con el respaldo de la ciudadanía, que ve en ellas la solución limpia al abastecimiento. Hace unos años se señaló que se espera que en 2030 éstas representen el 40% de la matriz. Sin embargo, la inversión en energías renovables del país, especialmente solar y eólica, bajó de 5.000 millones de dólares en 2019, a 4.600 millones en 2020 y a 3.400 millones de dólares en 2021, aunque sigue en el segundo lugar de América Latina, detrás de Brasil. A pesar de la caída en nuevo capital atraído, la capacidad de energía eólica y solar siguió creciendo, indica la entidad.
Durante marzo pasado, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) aprobó 28 proyectos de Ernc, de los cuales 26 son solares fotovoltaicos y 2 son eólicos, por un total de 1.160 MW de potencia instalada, y una inversión de 1.178 millones de dólares. Hay otros 87 proyectos que se encuentran en calificación ambiental, y que suman 8.596 MW de capacidad instalada, con una inversión de 7.484 millones, de los cuales 67 iniciativas son solares fotovoltaicas; 19 son parques eólicos, y una es una minihidro central.
Ésta es la década en la que se consolidará a Chile como país de energías limpias, lo que ayudará a las ciudades, a la calidad de vida de las personas y a atenuar el cambio climático, considerando que hay gran cantidad de proyectos eólicos y solares que están aprobados o en etapa de estudio. El último informe ambiental de la Agencia Internacional de la Energía reveló que el escenario en 2020 fue positivo, ya que el uso de combustibles fósiles tuvo un descenso histórico de 5,8% en todo el mundo, debido a la pandemia, las medidas de confinamiento y a que en un primer momento la recuperación de la economía se sustentó en fuentes limpias.
La energía es vital para que la economía y el país crezcan. Cuando las empresas programan su desarrollo para los años siguientes, requieren de electricidad, de la misma manera que los hogares consumen más. En Chile, los grandes consumidores son las compañías mineras. Por eso, el país debe proyectar su requerimiento energético para las décadas venideras.