Renace encanto de lo antiguo en el rescate de Casa "Pauly"
Auxilio similar al proyecto de mejoramiento y conservación de ese antiguo inmueble ubicado en el centro de Puerto Montt, clama la casona Ebel, que muestra un avanzado estado de abandono.
Por un largo tiempo, la comunidad puertomontina ha estado preocupada por el destino que aguarda a dos antiguas casonas del centro urbano de Puerto Montt, a las cuales ha estado amenazando una riesgosa destrucción y triste final. Se trata de los vetustos y tradicionales inmuebles "Pauly" y "Ebel", que datan de 1903, el primero, y de 1932, el segundo, y que son reconocidos como relevantes entre las casas patrimoniales de la capital de la Región de los Lagos.
Salvavidas a casona
Según lo informado por el jefe del Departamento de Comunicaciones del municipio local, periodista Sergio Velásquez, "la Municipalidad actuará ahora en la Casa Pauly con trabajos de conservación y en cuyo proyecto se abrió la licitación para la ejecución de las obras, conforme a la información municipal y de la Dirección de Arquitectura del MOP".
Agregó el profesional -quien recabó los antecedentes del salvataje de esta reliquia arquitectónica-, que el referido proyecto consiste en la intervención de las instalaciones del edificio y en la construcción de otras áreas en más de 700 metros cuadrados, con una inversión de más de $2.557 millones, que lo convertirá en un nuevo centro cultural.
En el primer nivel, estarán los recintos para museografía permanente y sala auditorio. En el segundo, se considera tres salas de exposiciones temporales; y en el tercero, un lugar con una muestra habitual.
"De alto interés será la construcción en el patio del inmueble de un edificio anexo, que contempla una sala educativa de acogida a visitantes, al que se agregará un área de servicio de tienda y cafetería", resaltó Velásquez, junto con enfatizar que el objetivo de los trabajos de conservación en la casona, es generar y promover bienes culturales, junto con atender necesidades educativas y de recreación.
"un valor inmenso"
"Se trata de un proyecto que otorga un valor inmenso a Puerto Montt, puesto que no sólo reparamos un edificio, sino que damos vida a nuestra historia y la hacemos parte de nuestras vivencias cotidianas, integrando a los vecinos y acogiendo también a estudiantes y turistas que nos visitan", advirtió al alcalde Gervoy Paredes.
Ubicada en pleno centro de Puerto Montt, la Casa Pauly tiene un valor arquitectónico e histórico, que la hace parte del registro material que dejaron colonos alemanes que arribaron a la zona en el siglo XIX.
La casa "pauly"
Fue construida en 1903 por Guillermo Pauly, renombrado empresario y filántropo, amante de las artes y de la música. Tanto así, que su casa se convirtió en un polo fundamental para el auge de la vida social y artística local. Tiene elementos de expresión neoclásica, característicos de la arquitectura de aquel tiempo y cuenta con fachadas de simetría perfecta. Su estructura está realizada íntegramente con maderas nativas e importadas. Se alza en la esquina (Rancagua con Benavente) de una manzana con tipología de fachada continua, ganando una presencia relevante ante las otras casas de la época que aún se conservan.
El sector del salón de la casona fue habilitado como uno de los pocos lugares para los conciertos que solían brindarse en la incipiente ciudad. Allí se disponía hasta de 100 sillas para los invitados y participaban desde solistas hasta numerosas bandas musicales de renombre internacional. Entre quienes está el concierto realizado por Claudio Arrau en 1920. Mientras que su decoración interior estuvo conformada por pinturas y esculturas que la trasformaron en un pequeño museo particular.
Casona "ebel"
Por su parte, la Casa Ebel, levantada en 1932, -de igual valor patrimonial- sigue en un futuro incierto, soportando crueles rigores del paso del tiempo, incluido el incomprensible e irracional accionar del vandalismo y delincuencia, que actúan de las más diversas e increíbles formas.
La destacada periodista, especializada en temas culturales, Paula Guerra, en el año 2014 reporteó en varias oportunidades -para El Llanquihue- el caso de esa antigua reliquia arquitectónica.
Por lo tanto, es voz autorizada y responsable para emitir una reflexión -de contenido- al respecto: "El problema, creo yo, es de voluntades: la de compra del gobierno local, la de venta de parte de los propietarios, o de alguna organización que pudiera hacerse cargo de reparar, conservar y administrar dicha casona, transformándola en un centro cultural, como se hizo con el Molino Machmar en Puerto Varas. Al parecer y tristemente, no ha habido acuerdos. Me parece increíble que se esté dejando morir este patrimonio inmueble a vista y paciencia de las autoridades, de la ciudadanía y de la propia familia dueña de casa. Y me pregunto si no habrá acuerdos cariñosos dentro de ese hogar".
Paula Guerra, desplegando otro enfoque en su comentario sobre la suerte de la Casa Ebel, que ella revisó de cerca, recalcó que, en el caso de trasladarla, se esté "extirpando" parte del valor arquitectónico propio del centro de la ciudad, "no es una opción negativa, cuando lo primordial es salvarla del saqueo y el maltrato que hoy está sufriendo".
"Es de suma urgencia, -recomendó-, que algún organismo la "tome", la abrace, le cure las heridas, la cuide de día y de noche, y luego se defina si se establece en otro lugar. O se quede ahí mismo... como ha sido siempre. Como una abuela que ve pasar la lluvia en esa concurrida esquina del puerto".