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Casos de marea roja ahuyentaron a clientes de mercados justo en la previa de Semana Santa

TRADICIÓN. Fallecimiento de un niño por la toxina paralizante, hace casi 10 días, ha provocado caídas importantes en las ventas de los principales recintos puertomontinos. Llaman a confiar y comprar sólo en locales establecidos.
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María Consuelo Ulloa

El lamentable caso de una familia de Calbuco, que se intoxicó por comer mariscos con marea roja, hace poco más de una semana, está teniendo consecuencias directas en los comerciantes de Puerto Montt. Pese a que los mariscos contaminados por la familia venían de Aysén y no de Los Lagos, la muerte del niño de 3 años en el Hospital de Puerto Montt terminó provocando alerta en quienes consumen en la ciudad.

De acuerdo a los propios representantes de los mercados, la baja de público y de venta bajó drásticamente justo en el peor momento, a pocos días de la llegada de Semana Santa.

"No anda mucha gente, nos han hecho pésimo los comentarios y lo que los medios difundieron de la marea roja. Nos afectó como un 60 o 70% porque no ha acudido gente, pese a que nuestros productos están analizados, con nuestros muestreos de salud al día. Como mercados municipales siempre estamos preocupados de eso todo el año", comenta Rosa Soto, dirigenta del Mercado Pueblito Melipulli.

El contexto les preocupa porque no cambia: "Hemos hecho un poquito de publicidad, pero no ha servido mucho, sigue la poca gente".

Coincidente con ella es Angélica Jordán, presidenta de la Asociación Gremial Mercado Presidente Ibáñez.

"Este fin de semana, lo que es pescado no hemos tenido problemas, pero lo que es mariscos, hemos estado muy bajos. Cayó bastante la venta, quizás un 50% menos, como se difundió tanto el tema de la marea roja, la gente poco es lo que compró".

Rosa González, presidenta del Sindicato de Angelmó, agrega que "esto de la marea roja afecta a todos los mercados, no sólo a nosotros. Bajó bastante (la afluencia), uno entiende a la gente, porque por los mariscos que se van a comprar uno tiene precauciones para no poner en riesgo a su familia".

González asegura que "los primeros dos días (tras la noticia) estuvo muy malo, aunque ahora ha mejorado un poco: "se nota que la gente pregunta, quiere saber de dónde vienen los mariscos, que son de lugares monitoreados".

Por último, prefiere ser positiva con respecto a lo que pasará durante estos días: "Va a repuntar en la semana, porque las comunicaciones son buenas, si a uno le preguntan de dónde son los mariscos, uno le dice. Aquí también se venden pescados y otros mariscos que no tienen problemas".

Piden informarse

Pese a la difícil situación, lo que es transversal en el deseo de las entrevistadas es que la gente confíe, pregunte y consuma con confianza en sus locales.

Para la histórica dirigenta de Angelmó no hay justificación real para los temores. "En los mercados somos súper responsables, somos gente que trabajamos hace muchos años. El seremi de Salud nos fue a ver y trabajamos con ellos, como también el municipio", dice.

Junto con lo anterior aconseja que "lo primero es que los mariscos que se compran, cualquiera sea su procedencia, se haga un análisis. Entonces en cada local y si la gente quiere ver los papeles, se le muestra. Por eso le decimos a la gente que vaya con confianza, porque todos los mariscos que se venden aquí están con su previo análisis y las personas tienen un documento de quién les vendió".

Con respecto a esto, Angélica Jordán dice que "la idea es informar y que siga en conocimiento que marea roja no tenemos en Puerto Montt. Además, la gente está trabajando con todos los reglamentos correspondientes".

"Hacemos un llamado a la población que compre en confianza y en lugares establecidos -señala-. Exija que esté la documentación, y le decimos que venga y compre sin miedo, pero no en lugares informales. Si ama a su familia, compre en lugares establecidos".

Inflación

Como si el tema sanitario no fuera suficiente, según indican las consultadas, el alza de precios, transversal a la economía doméstica, también les ha afectado, pero hacen los intentos por no traspasarlo a sus clientes.

"Nosotros hemos tratado de mantener los precios para que la gente no se asuste, los chiquillos tratan de hacer convenios con los proveedores y así para que la gente en Semana Santa venga a buscar sus productos y degustar nuestros ricos platos. Hemos tratado de mantener, pero imagínate el aceite cuánto ha subido, el pan antes lo comprábamos a mil pesos, ahora a 2.400. Así que buscando soluciones..."

"La gente pregunta por qué tan caro, pero todo ha subido y nosotros igual acá no hemos tenido alzas tan grandes que puedan perjudicar al cliente. Igual hay que considerar que hoy los que entregan, los proveedores, igual traen precios altos. Entonces la persona tiene que subirle un poquito aunque sea", explica Jordán.

60 a 70% de caída en los clientes es, aproximadamente, lo que calculan en el Mercado Pueblito Melipulli.

164 locatarios tiene actualmente el Mercado Presidente Ibáñez, que también ha visto merma en sus ventas.