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Las advertencias cruzadas entre EE.UU. y Rusia antes de la Cumbre de Seguridad

GINEBRA. Ambas potencias negociarán sobre misiles, maniobras y Ucrania. El Gobierno de Biden no espera "ningún avance relevante" y el Kremlin advirtió que no hará "ninguna concesión". La Casa Blanca cree que "hay riesgo de confrontación".
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Delegaciones de Rusia y Estados Unidos, encabezadas por los "números dos" de sus respectivas diplomacias, celebrarán desde hoy un diálogo estratégico bilateral en Ginebra con el fin de intentar acercar posturas en tres grandes temas: misiles, maniobras y Ucrania, en un contexto de acusaciones cruzadas por la movilización de tropas rusas en la frontera con este último país.

El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Riabkov, y la subsecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, encabezan las delegaciones que también contarán con representantes de los departamentos nacionales de Defensa y Control de armamento, entre otros.

Pese a que la situación ucraniana ha enrarecido el ambiente, con Washington prometiendo apoyo a Kiev en caso de una hipotética invasión rusa al país vecino, ambas partes confían en avanzar este lunes en un mecanismo de diálogo bilateral del que Ginebra ya acogió dos rondas el año pasado, en julio y septiembre.

Washington anticipó que podría haber avance en la negociación en torno al despliegue de misiles en Europa y las maniobras militares, si se consigue un pacto recíproco en estas materias.

El Kremlin adelantó en este sentido que quiere pactar con Washington y con la OTAN un nuevo marco para la seguridad en Europa, de tal manera que EE.UU. se sume a su moratoria unilateral sobre el emplazamiento de misiles de corto y medio alcance en el continente y la Alianza Atlántica aleje sus maniobras militares de sus fronteras.

Sin embargo, EE.UU. rebajó las expectativas y afirmó que de todas formas no espera "que vayamos a ver ningún avance relevante esta semana. Pondremos cosas sobre la mesa, y los rusos harán lo mismo, veremos si existe espacio suficiente como para seguir adelante", dijo a CNN el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

También reiteró la idea expresada en varias ocasiones por el Gobierno estadounidense de que Rusia tiene frente a sí "dos caminos": el del diálogo y la diplomacia o "el de la confrontación y consecuencias masivas si renueva sus agresiones sobre Ucrania".

"Estamos a punto de comprobar cuál es el camino que el presidente Vladimir Putin está dispuesto a tomar", aseguró Antony Blinken.

Tensión latente

Por su parte, Rusia afronta las negociaciones con EE.UU. con una postura inamovible sobre la no injerencia de la OTAN en su patio trasero, especialmente Ucrania, y con la sensación de que sus resultados marcarán las relaciones con Occidente durante los próximos años.

"No haremos ninguna concesión", advirtió ayer en la mañana Serguéi Riabkov, viceministro de Relaciones Exteriores y negociador jefe ruso en las tratativas con EE.UU. en Ginebra (ver recuadro), quien se declaró "decepcionado" de las últimas señales que han entregado tanto Washington como Ginebra, por lo que no descarta que esta ronda de conversaciones sea también la última.

En la conversación que mantuvieron la semana pasada el presidente estadounidense, Joe Biden, y el ruso, Vladimir Putin, reconocieron que "hay áreas donde se pueden hacer progresos significativos" y que también existen otros ámbitos donde los acuerdos "pueden ser imposibles", según la versión que dio la Casa Blanca.

El líder estadounidense advirtió además a su homólogo ruso de una respuesta "decisiva" en caso de que Moscú ataque a Ucrania, a lo que Putin amenazó con una ruptura "total" de las relaciones si eso ocurría, según la versión que entregó el Kremlin.

Habría consecuencias

El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y su par Antony Blinken, abordaron el tema y subrayaron en un comunicado que toda "toda agresión militar adicional contra Ucrania tendrá consecuencias masivas y un severo coste".

"Reafirmaron además el apoyo de la UE y de Estados Unidos a la soberanía, independencia e integridad territorial de Ucrania y enfatizaron la necesidad de una desescalada por parte de Rusia", agregó.

175.000 tropas rusas podrían estar en la frontera con Ucrania, según los servicios de inteligencia de EE.UU.

guerra fría

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Aunque Moscú lo niegue, todo apunta a una revisión de los resultados de la Guerra Fría. Tras su victoria por incomparecencia de la URSS (1991), la OTAN efectuó dos ampliaciones, en 1999 y 2004, que incluyeron a países de Europa Oriental y a las tres repúblicas bálticas. "Es decir, que la OTAN vuelva a las posiciones equivalentes a las que tenía en 1997", cuando se firmó el acta que regula las relaciones entre ambas partes, dijo Serguéi Riabkov. Eso significaría que la alianza retiraría sus tropas y armamento de países miembros que comparten frontera con Rusia, como Polonia, Lituania, Estonia y Letonia. Además, "necesitamos garantías jurídicas de la no expansión de la OTAN", comentó Riabkov, sobre todo descartar la inclusión de Ucrania y Georgia, principal línea roja del Kremlin.

Kazajistán: medios revelan que en las protestas hubo al menos 164 muertos

DISTURBIOS. Entre las víctimas hay una niña de cuatro años. El presidente aseguró que la situación en el país ya se "estabilizó", aunque aún quedan focos de resistencia.
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Medios locales revelaron que en las protestas de Kazajistán murieron al menos 164 personas y 5.800 fueron detenidas, mientras el Gobierno dice que los últimos disturbios fueron sofocados y las tropas rusas se despliegan por el país. Las revueltas, que incluyeron el asalto a edificios gubernamentales y enfrentamientos armados, comenzaron el 2 de enero luego de un alza sorpresiva en el precio del gas licuado, principal combustible de los kazajos.

"En todas las regiones la situación se ha estabilizado. Las fuerzas del orden han liberado todos los edificios administrativos", dijo Erlan Turgumbáev, ministro del Interior.

Medios locales informaron de 164 muertos, 103 de ellos en Almaty, el epicentro de los disturbios, pero tras los reportes el ministerio de Salud negó haber dado esa información.

Según la versión del Gobierno, se hablaba de 26 civiles, 16 policías y dos soldados muertos, mientras que hay 83 personas que se encuentran en estado grave en el hospital.

Ayer se conoció la muerte de otra menor, una niña de cuatro años que recibió un disparo cuando iba en un auto en Almaty, donde se denunció la presencia de fracontiradores.

Activistas acusaron que las fuerzas de seguridad también dispararon contra manifestantes desarmados.

Las detenciones continuaron en el marco de la operación antiterrorista y ya suman casi 6.000. "Continuará hasta la total eliminación de los terroristas y el restablecimiento del orden constitucional", dijo Sultán Gamaletdínov, viceministro de Defensa.

El principal foco de resistencia sigue siendo la antigua capital kazaja, Almaty, donde aún se oyen disparos y donde tienen lugar esporádicos enfrentamientos entre la policía y grupos de hombres armados.

"Hay signos de estabilización, pero también hay focos de resistencia armada", dijo el alcalde Erzhan Babakumarov a la televisión "Jabar 24".

El contingente militar ruso completó ayer su despliegue y se quedará máximo una semana en territorio kazajo, donde realizará labores de pacificación en el marco de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).

5.800 personas, al menos, han sido detenidas durante la "operación antiterrorista" del Gobierno.