Un avance positivo en la pandemia
La salud mental de los chilenos ha mostrado los primeros signos de mejoría en la medida en que se han levantado las restricciones sanitarias Las secuelas que dejará la pandemia de covid 19 serán grandes y su solución serán de largo aliento
La crisis sanitaria y el aislamiento en casa que significaron las cuarentenas durante los períodos más críticos de la pandemia, obligaron a las familias a adaptarse a un nuevo ritmo de vida, lo que cambió los esquemas de la sociedad y a la vez afectaron la salud mental de las personas.
El encierro, el distanciamiento social, la soledad, las dificultades para dormir y la sensación constante de agobio, han sido algunos de los factores que hicieron que un tercio de la población tuviera algún tipo de enfermedad mental, como angustia, estrés o depresión. El deterioro de la salud mental de los chilenos ha tomado relevancia y sus distintas expresiones han impactado tanto en la calidad de vida familiar como en la productividad laboral y competitividad del país.
No obstante, la salud mental de los chilenos ha mostrado los primeros signos de mejoría en la medida en que se han levantado las restricciones sanitarias, de acuerdo con lo que ha revelado la cuarta versión del estudio que la Asociación Chilena de Seguridad y la Universidad Católica realizaron sobre este tema durante agosto en varias regiones que se encontraban en las fases 3 y 4 del plan Paso a Paso. Según este informe, el 23,7% de las personas presentaron sospecha de patologías mentales, lo que representa la cifra más baja desde que se realiza este estudio.
Los avances en el programa de vacunación contra el covid-19, que han permitido que más del 93% de la población objetivo haya completado su esquema de inmunización, así como la mejoría que hay en los índices de contagio, no sólo provocaron mayores libertades de desplazamiento, con el término del Estado de Excepción y del toque de queda, sino que también impactarán positivamente en la salud mental de los chilenos.
A pesar de que se anotó una mejora en varias de las dimensiones estudiadas, hubo tres que se mantuvieron muy similares a los niveles que había en cuarentena: los niveles de depresión moderada a severa, de soledad y el consumo de riesgo de alcohol. Se constató que los síntomas de depresión están asociados a un mayor consumo de alcohol de alto riesgo y a un mayor sedentarismo.