Estafas telefónicas y la pandemia
El confinamiento desde marzo de 2020 ha derivado en un mayor uso de internet, y ello, a su vez, ha incrementado los peligros de delitos cibernéticos. A mayor utilización de internet y redes sociales, mayores deberían ser los cuidados de los usuarios, sobre todo en torno al comercio electrónico.
Uno de los primeros efectos que tuvieron las restricciones a la movilidad de las personas, una vez que el temido covid-19 aterrizó en el país, fue el lógico aumento en el uso de internet. Ello porque las plataformas digitales no sólo ayudaron a comunicarse, ante la imposibilidad que tenían las familias de visitarse, sino también porque permitió sobrellevar los confinamientos al poder adquirir productos a través del comercio electrónico; además de las obligaciones laborales en el caso del teletrabajo.
Sin embargo, así también los delincuentes vieron en esta tendencia una oportunidad de mejorar sus técnicas y aprovecharse de las circunstancias, incurriendo en una serie de delitos que hasta el día de hoy mantienen en alerta a las policías. Se trata de estafas a través del teléfono o dispositivos electrónicos en las cuales los delincuentes se ganan la confianza de sus víctimas, quienes realizan transacciones que son canceladas con cheques sin fondos, o bien envían datos que permiten a otros acceder a los dispositivos móviles.
Sin ir más lejos, esta semana la presidenta del Colegio Médico, Izkia Siches, denunció que funcionarios de salud han sido víctimas de una estafa telefónica, en la cual desconocidos han logrado apropiarse de su sistema de mensajería WhatsApp. Según advirtió a través de sus redes sociales, sujetos han accedido a la cuenta de los afectados haciéndose pasar por el Ministerio de Salud, con la excusa de contactarlos para una eventual inoculación con una dosis de refuerzo de la vacuna contra el covid-19.
De ahí que sea necesario llamar a la ciudadanía a mantenerse alerta ante este tipo de engaños, evitando transacciones online con sitios que no entregan confianza, evitando entregar datos personales a través de redes sociales o bien asegurándose previamente a realizar una transacción, que los dineros por el monto de una venta efectivamente aparezcan disponibles en una cuenta bancaria.
El comercio electrónico llegó para quedarse, ya que presenta múltiples ventajas que facilitan la comunicación y el intercambio de bienes y servicios, sin embargo, también tiene puntos débiles que facilitan la ocurrencia de delitos de este tipo.