Energías renovables
Crecientemente la población está demandando mayor cuidado en cuanto a energías que sean amigables con el medio ambiente. El plan a largo plazo del país es llegar al año 2050 con un 100% de generación de energías limpias. Ambiciosa, por cierto, pero muy necesaria.
Con frecuencia se dice que las Energías Renovables No Convencionales (Ernc) son las energías del futuro, tendencia a la que Chile no está ajeno. Las autoridades las han apoyado y estimulado en las últimas décadas, con el respaldo de la ciudadanía, que ve en ellas la solución limpia al abastecimiento. De hecho, hace pocos días, el ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, anunció la actualización de la meta de las Ernc, expresando que representarán el 40% de la matriz en el año 2030.
A su juicio, esta es la década en la que se consolidará a Chile como país de energías limpias, lo que ayudará a las ciudades, a la calidad de vida de las personas y a atenuar el cambio climático.
Hay gran cantidad de proyectos que entrarán en funciones este año y que superarán los 6.000 megawatts de generación, lo que es equivalente a todos los proyectos eólicos y solares que se han inaugurado en los últimos 13 años. Como parte de ese programa, simultáneamente se ha llevado adelante el cierre de las centrales termoeléctricas a carbón, de manera que en 2025 el 50% de ellas habrán dejado de funcionar, siendo reemplazadas por energías de cero emisión. Este es un plan de largo aliento, cuya meta final es llegar el año 2050 a un 100% de generación de energías limpias.
El último informe ambiental de la Agencia Internacional de Energía reveló que el escenario en 2020 fue positivo, pues el uso de combustibles fósiles tuvo una baja histórica de 5,8% en el planeta, debido a la pandemia, las medidas de confinamiento, y a que en un primer momento la recuperación de la economía se sustentó en fuentes limpias.
La energía es vital para que la economía y el país crezcan. Cuando las empresas programan su desarrollo, requieren de electricidad, de la misma manera que los hogares consumen más. En Chile, los grandes consumidores son las compañías mineras. Por eso, el país debe proyectar su requerimiento energético para las décadas venideras.
Si bien el cambio hacia la producción de energías más limpias es un camino sin retorno, en este proceso también hay que actuar con el mayor cuidado para proteger a los trabajadores de las termoeléctricas a carbón, dándoles las herramientas para que se puedan capacitar y ubicar en otras actividades.