Rechazo transversal a constituyentes que llaman a desconocer el Acuerdo por la Paz
DECLARACIÓN. Un grupo de 34 convencionales electos en escaños indígenas, movimientos sociales y la Lista del Pueblo elevó un petitorio, expresó su insubordinación al acuerdo del 15-N y señaló que la nueva Carta Magna debe expresar "la voluntad popular".
Un remezón en la política nacional causó la declaración de un grupo de 34 constituyentes electos y sin militancia que se agruparon en un órgano bautizado "Vocería de los pueblos de la revuelta popular constituyente", quienes a través de una asamblea por Zoom presentaron un documento con seis planteamientos básicos para ellos en el inicio del trabajo de la Convención Constitucional, entre los que se estipula que esta no se debe regir por las normas emanadas del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución del 15 de noviembre de 2019.
El grupo está integrado por constituyentes elegidos a través de la Lista del Pueblo, de escaños reservados de pueblos originarios y además independientes fuera de listas, quienes al unirse representan un importante 22% de quienes integrarán la Convención Constitucional y su declaración causó reacciones desde todos los sectores.
Entre los puntos planteados está como primera prioridad "poner fin a la prisión política en Chile liberando todas las y los presos de la revuelta y mapuche". También se pide "fin a los pactos de secreto y la total impunidad por la violación sistemática de los derechos humanos de ayer y hoy contra los luchadores sociales de todas las generaciones".
También se pide reparación "a todas las miles de víctimas de violaciones a los derechos humanos", "fin de la militarización que se viste de medida sanitaria" y que "se suspendan las expulsiones ilegales que han afectado ya a miles de familias".
El punto que más rechazo causó dice que "el proceso abierto por los pueblos no puede ser limitado a la redacción de una nueva Constitución bajo reglas inamovibles, sino que debe ser expreviso de la voluntad popular ", en desmedro del acuerdo de 2019 suscrito por casi todos los sectores políticos del país.
El texto agrega que "nos llamamos a hacer efectiva la soberanía popular de la constituyente, expresada tanto en el reglamento como en las normativas que debe darse, sin subordinarnos a un Acuerdo por la Paz que nunca suscribieron los pueblos. Lo afirmamos también respecto de toda la institucionalidad de nuestro país, que habrá de someterse al fin a la deliberación popular".
Reacción inmediata
La presidenta del Senado, Yasna Provoste (DC), fue la primera en reaccionar. En Radio Universo planteó que "todos tenemos bordes en los cuales desarrollar nuestra tarea" y añadió que "me resulta curioso venir a desconocer el Acuerdo por la Paz que da inicio al itinerario constituyente del que ellos participaron e incluso fueron candidatos y electos".
"Cuando uno desconoce algo no se presenta como candidato. Cuando todos presentaron su nombre, hay una confirmación y validación de un proceso que nos parece muy importante, que es cómo a través de esta vía vamos a escribir una nueva Constitución", añadió.
Una visión similar planteó el precandidato presidencial de RN, Mario Desbordes, quien fue uno de los grandes impulsores del acuerdo que llevó al proceso constituyente.
"Quienes se postularon a la Constituyente sabían en qué marco estaban postulando. Esas reglas del juego buscan un proceso limpio, correcto, donde se llegue a una Constitución que represente a la mayoría de los chilenos", dijo Desbordes.
El precandidato presidencial de Evópoli, Ignacio Briones, afirmó que "adjudicarse la representación del pueblo como lo hace un grupo de constituyentes es una muestra de arrogancia y la marca de los totalitarismos y populismos. (…) Es una señal profundamente antidemocrática".
Respetar las reglas
Entre quienes coincidieron con este rechazo también hay algunos constituyentes electos como Agustín Squella (independiente-Partido Liberal), quien aseguró en Radio Infinita que "si postulamos a una Convención, fue en el marco de reglas y hay que respetarlas".
Fuad Chahín( DC), integrante de la Convención, también criticó la declaración: "En el fondo es pasar por encima de la democracia, y si vamos a estar parte importante del tiempo en la discusión de si vamos a respetar o no las reglas por las cuales resultamos elegidos, sería bastante irresponsable".
El constituyente de RN Cristián Monckeberg dijo que "no nos produce sorpresa la actitud que han tomado algunos miembros de la Convención".
"No es momento"
Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, también rechazó esta expresión. "Esos constituyentes ya se sometieron a lo que fue el acuerdo al cual ellos mismos a lo mejor ahora no les gusta. Si fueron candidatos a una elección de convencionales constituyentes fue gracias a ese acuerdo donde se canaliza la demanda ciudadana. (…) Por lo tanto, su sola presencia como constituyentes valida el acuerdo de noviembre", dijo.
"No es momento de cuestionar ni invalidar el proceso, es momento de trabajar, acordar, de seguir construyendo el país que todos quisiéramos para las nuevas generaciones", planteó el secretario de Estado.
El presidente del Banco Central, Mario Marcel, pidió "respetar las reglas del proceso, mientras que el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Francisco Undurraga (Evópoli), advirtió que "si hacemos eco a estos matonajes, qué garantías tenemos nosotros de que vamos a tener democracia".
"Me resulta curioso venir a desconocer el Acuerdo por la Paz que da inicio al itinerario constituyente del que ellos participaron".
Yasna Provoste,, presidenta del Senado.