Sólo un 37% de colegios está haciendo clases presenciales
EN LA REGIÓN. Seremi de Educación definió que en la Provincia de Llanquihue esa cifra baja a un 21%. Apoderados presentaron denuncias en la Superintendencia.
De los 684 establecimientos educacionales de la región en condiciones de recibir estudiantes, sólo un 37% (253) están haciendo clases presenciales, los que están en 18 comunas que están en fase 2 o superior.
Esta cifra es más dramática al comparar el porcentaje de colegios particulares subvencionados, con un 90% de ellos con clases presenciales.
En cuanto a la realidad en la Provincia de Llanquihue, sólo 70 (21%) están en actividad, de los 336 establecimientos educacionales de comunas que no están en cuarentena; mientras que los particulares subvencionados, cuadruplican el número con una presencialidad que alcanza el 88%.
Frente a la respuesta que ha dado la educación municipaliza de la región, la seremi de Educación, Luisa Monardes, dijo no entender "que un sostenedor y menos un alcalde elija tener colegios cerrados, desconociendo el daño que provoca en los alumnos. La pérdida y brecha en los aprendizajes se ha vuelto crítica, por lo que se debe hacer todos los esfuerzos, especialmente por parte de autoridades electas, para que se respete el derecho a la educación de los niños y se garantice su desarrollo académico y socioemocional", enfatizó.
También tuvo palabras de reconocimiento para municipios como Cochamó, Hualaihué, Chaitén, Palena y Futaleufú, que tienen todos sus establecimientos abiertos; y, de las corporaciones de Quellón, Puqueldón y Curaco de Vélez, que también -poco a poco- avanzan a la presencialidad.
Denuncias
A lo anterior se suma el ingreso a la Superintendencia de Educación de 30 denuncias en contra de establecimientos educacionales que, pudiendo recibir a alumnos bajo la voluntariedad de padres y apoderados, siguen sin reabrir.
De esa forma, Los Lagos lidera a nivel nacional el número de denuncias efectuadas ante el ente fiscalizador, en las que padres y apoderados exigen la reapertura de los recintos educacionales.
Jacqueline Olavarría, apoderada de 1º y 5º básico de la Escuela Alemania de Puerto Montt, hizo un llamado a que abran las escuelas. "Mis hijos están demasiado estresados con el encierro, están aburridos con las clases remotas. De hecho, no están haciendo clases online, sino que trabajan con guías y con las tareas que les mandan por whatsapp".
Uno de sus hijos tiene trastorno espectro autista y la pandemia -aseveró- le ha afectado. "Su estado anímico está por el suelo. Lo único que quiere es volver a la escuela. Como mamá lo apoyo, siento que es necesario abrir las escuelas. Si los papás se andan paseando con los niños en el mall, supermercados, ¿por qué no mandarlos a la escuela?", se preguntó.