Incremento de los campamentos
La mayor cantidad de familias viviendo en los asentamientos, reflejada en un último catastro nacional, representa un enorme desafío para la política pública. La profunda crisis económica que ha traído aparejada la pandemia está provocando un fuerte aumento en el número de asentamientos.
El Catastro Nacional de Campamentos 2020-2021 que realizaron Techo Chile y la Fundación Vivienda, dado a conocer hace unos días, mostró un retroceso en la situación de los campamentos que hay en el país. Los datos se recogieron entre octubre de 2019 y febrero de 2021, en plena pandemia, y revelaron que aumentó en un 74% las familias que viven en esos asentamientos irregulares, respecto del catastro que realizó con anterioridad el Ministerio de Vivienda.
De acuerdo con el último estudio, hay 81.643 grupos familiares que habitan en 969 campamentos en el Chile, que constituyen la cifra más alta en el último cuarto de siglo. Los autores del catastro explican que en este deterioro de la situación social de familias viviendo en asentamientos de emergencia influyeron el estallido social y la pandemia de covid-19, que representaron un deterioro de la actividad económica y la pérdida de empleos en Chile. De hecho, la mitad de las familias que llegaron a habitar esos asentamientos irregulares en estos dos años declararon que tuvieron que hacerlo por razones de índole económica o laboral, ya sea porque perdieron su trabajo, bajaron sus ingresos o subió el precio de su arriendo, lo que terminó agravando la situación de los campamentos.
En Los Lagos, Puerto Montt también ha experimentado un alza en el número de asentamientos y de la cantidad de familias que viven en ellos, de lo que se deriva un abierto desafío a las autoridades para procurar tanto la solución habitacional a largo plazo, como incluirlas en los programas de asistencia.
El director de Techo Chile, Sebastián Bowen, ha señalado que es importante enfrentar la enfermedad y no sólo sus síntomas. En consecuencia, este es un tema que tiene raíces profundas y cuyas soluciones son complejas. Se requiere la coordinación de diversos ministerios para relocalizar a las familias, ojalá en una misma comuna, y la urbanización y radicación de terrenos que ya ocupan. Hay que considerar que muchos campamentos están en terrenos públicos o privados, por lo que se deben hacer estudios para determinar la ocupación irregular de esos predios y cómo buscar una solución. Se requiere una solución eficaz, porque la falta de una vivienda digna dificulta la cohesión de la familia y tiene una infinidad de derivaciones sociales negativas.