Nuevo Servicio Local de Educación
Calidad y equidad asoman como las prioridades del sucesor de los municipios en la gestión de colegios de Puerto Varas, Frutillar, Llanquihue, Fresia y Los Muermos. Será fundamental que el Servicio Local de Educación Pública Llanquihue logre rápidamente mejorar la calidad de la educación en los 84 colegios.
Aunque es muy probable que el comienzo del año escolar el próximo año mantenga las condiciones virtuales a las que ha obligado desde marzo la pandemia, los 12 mil alumnos de los actuales establecimientos educacionales municipales de Puerto Varas, Frutillar, Llanquihue, Fresia y Los Muermos serán protagonistas de un cambio radical en cuanto a la gestión y administración de las unidades a las que pertenecen, además de los dos mil docentes y asistentes que se desempeñan en ellas. Esto porque el 2 de enero de 2021, en tan sólo 16 días más, el Servicio Local de Educación Pública Llanquihue se hará cargo de los 84 establecimientos municipales de las citadas cinco comunas, entre escuelas de lenguaje, jardines infantiles, liceos técnicos y liceos técnicos profesionales, que hasta ahora son administrados por sus respectivos municipios.
En cuanto empiece a operar, este servicio, el primero de su tipo en la Región de Los Lagos (sucesivamente vendrán después los territorios restantes), se sumará a otros diez similares que estarán funcionando en el país en igual fecha, en lo que es la transformación más grande que se le ha hecho a la educación pública desde que los municipios, hace más de 30 años, se convirtieron en los sostenedores de los establecimientos, que hasta entonces administraban directamente los gobiernos a través del Ministerio de Educación. Tal modificación le endosa la responsabilidad de la gestión educacional a servicios especialmente creados para ello, que en voz de la directora de la entidad Llanquihue, Claudia Trillo, tendrán como misión imprimirle un sello de calidad, equidad y participación en la inclusión y el aprendizaje, junto con reconocer las particularidades territoriales, como por ejemplo, la ruralidad.
Hay alcaldes que han manifestado sus reparos. Aun así, habrá de reconocerse que, salvo contadas excepciones, la municipalización de la educación en el país no funcionó como se esperaba, tanto por la gestión -atribuida por cierto a los sostenedores-, pero también por la endémica falta de recursos y ausencia de un plan nacional efectivo. Esta es la oportunidad de enmendar la ruta mediante un trabajo profesional y libre de cualquier asomo de cuoteos.