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Destrucción del borde costero
La destrucción sistemática de los maravillosos paisajes costeros por nuestras malas acciones ya ha borrado huellas y sólo quedan vestigios de aquel espléndido escenario natural. La especulación inmobiliaria y la demanda creciente por tener una vista al mar, lamentablemente han arrasado con una composición natural única de color, sonidos, flora y fauna silvestres, entre otras formas de vida.
La sucesión impresionante de hitos de hormigón armado incrustados en laderas y dunas, son testigos de esta irreversible pérdida. Incomprensible la poca visión y conciencia sustentable en todo su sentido. ¿Qué le estamos dejando a las futuras generaciones? Una larga fila de edificios ocupando todo espacio posible que tenga la virtud de generar una vista al mar.
Sin ninguna vergüenza ha fallado una visión territorial que resguarde estos patrimonios colectivos, que además generan identidades culturales a través del paisaje. Algarrobo, Reñaca, Con Con, Horcón, Maitencillo, Papudo, entre muchos otros, ya son lo mismo y esta construcción también afecta gravemente los ecosistemas, los equilibrios naturales y entre otras consecuencias ha eliminado las arenas de muchas playas.
Poco a poco va desapareciendo de nuestras mentes esas maravillas naturales, incluso algunos lugares construidos como los palafitos de Chiloé que son ilegales, pero parte del patrimonio turístico y colectivo frente a un monstruo como el mall de Castro, que mañosamente contó con permisos legales. Nunca será lo mismo llegar a esa ciudad. Falta construir una nueva ética sobre los bienes naturales y el espacio común que sí puede ser digno y equitativo.
Uwe Rohwedder, académico de la Universidad Central
Producción científica
Las personas dedicadas a investigación en Chile publicaron 2,8 artículos académicos en promedio -el año 2016, último dato comparable disponible- en comparación a 1,3 promedio de los países miembros de la OCDE. En términos cuantitativos, el rendimiento de la comunidad científica chilena es asombroso: de 2009 al 2018 duplicaron la cantidad de artículos publicados en revistas científicas registradas en Scopus, lo mismo en cuanto a patentes solicitadas.
Se esperaría una correlación con la inversión en el área, pero no, Chile es el país de la Ocde con el gasto más bajo en la materia. Hoy se hace más con menos: mañana será aún peor. Mientras el mundo entiende la importancia de la ciencia para enfrentar de manera exitosa la pandemia, esperando la llegada de la vacuna que muestre su efectividad con estudios "publicados en revistas científicas", como señaló el ministro, el país propone una reducción del 9% en el área y se postergan las Becas Chile.
Estamos dándole la espalda al desarrollo: resulta indispensable adoptar medidas que eviten un retroceso en el fortalecimiento de los sistemas científicos que se han ido construyendo. A pesar de los esfuerzos de las instituciones de educación superior por asegurar la calidad, cantidad y excelencia de su investigación, la ciencia no logra instalarse como una prioridad real para el Gobierno. Es necesario que Chile promueva la investigación para dejar de seguir importando el conocimiento desde otros países.
Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Doctorados de la Universidad Autónoma de Chile
Sostenibilidad de empresas
Las compañías que tienen un alto compromiso con el desarrollo sostenible institucionalizan este concepto en la estrategia empresarial, cuyo enfoque está basado en la triple rendición de cuenta. En este caso, el beneficio económico se obtiene también a partir del beneficio social y ambiental. Es por eso que cada día aumenta el número de inversores socialmente responsables, quienes privilegian este tipo de empresas; así como se incrementa el número de usuarios que exigen cada vez más de las compañías un comportamiento social y ambientalmente responsable.
La Comisión para el Mercado Financiero (CMF) emitió un borrador de normativa para exigir información social y ambiental a las empresas que emiten instrumentos de deuda o patrimonio. Esta situación obligará a las compañías a divulgar sus actuaciones, tanto positivas como negativas, en favor de la sociedad y el medioambiente.
Gracias a esta mayor transparencia, aumentará la competencia entre las empresas por generar un mayor aporte social y ambiental, que les permita ser reconocidas como líderes, diferenciándose así de otras compañías cuyo único objetivo es la obtención de rendimientos económicos; y los usuarios podrán elegir entre las compañías que tienen un comportamiento social y ambientalmente responsable.
Luis Jara Sarrúa, académico de la Universidad de Chile
Fase 2 en Puerto Montt
Estos días de fase 2 en Puerto Montt serán, así como vamos, un veranito de San Juan.
Alberto Muñoz