Discapacidad e inclusión laboral
Entre los variados efectos del teletrabajo, permitió una mayor incorporación de personas con capacidades especiales en las empresas. La legislación exige una reserva de empleos del 1% para personas con discapacidad en empresas privadas o estatales con más de 100 trabajadores.
Para nadie es un misterio que la crisis sanitaria ha generado una transformación profunda en diversos procesos de la vida y la sociedad. Claramente, uno de los cambios más significativos fue el teletrabajo, modelo que abrió nuevas oportunidades para las empresas y sus colaboradores, y muy especialmente a aquellas personas con discapacidad, ya que para los empleadores se hizo necesario y factible, en muchos casos, contratar a personar que pudiesen realizar sus tareas desde sus domicilios.
El jueves pasado se conmemoró el Día Internacional de la Discapacidad, lo que coincidió con el mes en que las empresas deben dar cuenta del cumplimento de la Ley de Inclusión Laboral, que establece una reserva de empleos del 1% para personas con discapacidad en empresas privadas o en organismos del Estado, y que tengan 100 o más trabajadores.
De acuerdo a estadísticas de la Dirección del Trabajo, al 31 de octubre eran 2.051 las empresas que habían declarado haber cumplido con la ley. Según la directora ejecutiva de la Fundación Luz, Sofía Villavicencio, "para las personas e instituciones que trabajamos por la inclusión, valoramos estas cifras, aunque uno siempre esperaría que fuese mucho más alto el número. Lo valoramos, porque debemos pensar que nos encontramos en un contexto tremendamente difícil a nivel mundial y nacional, en que mucha gente ha perdido sus trabajos y que las empresas puedan contratar a personas con discapacidad es un hecho que se debe destacar".
La experta asegura que es importante resaltar que de las empresas que no puedan cumplir la obligación establecida en la Ley 21.015, deberán hacerlo mediante una manera alternativa, efectuando donaciones en dinero a proyectos, programas de asociaciones, fundaciones y corporaciones cuyo objeto social sea capacitación, rehabilitación, promoción y fomento para la creación de empleos o inserción laboral de las personas con discapacidad.
Para las fundaciones es importante contar con estas donaciones, ya que les permiten dar continuidad a los programas de rehabilitación, capacitación e inclusión laboral y así preparar con mejores herramientas a las personas con discapacidad para que encuentren buenas oportunidades laborales y las empresas tengan la confianza de contratar a personas preparadas.