La señal de las primarias
La lección más relevante de los comicios del domingo es aquello que está por venir: la consagración del proceso para la elección de gobernador regional. La realización de las primarias supone el puntapié inicial para que las regiones elijan a sus gobernadores. Ya no es posible echar marcha atrás.
De todas las lecturas que han arrojado las primarias que se realizaron en todo el país, hay un elemento que pareciera haber sido soslayado por su obviedad, aunque no por ello es menos trascendente. Por cierto, el primer elemento llamativo han sido los propios resultados de los partidos políticos y los bloques, que permiten anticipar ciertos movimientos y tendencias de cara a los sucesivos comicios que habrá en el país; mientras que el otro es la baja participación del padrón electoral en cada uno de los territorios en disputa, con un promedio nacional de sólo el 3% de los votantes que acudieron a sufragar.
Si bien suena alarmante, habrá de admitirse que lo del domingo se trataba de unas elecciones esencialmente convocadas por los partidos políticos para resolver los nombres de quienes irán en abril próximo a competir por los cargos de alcalde y gobernador regional. No es de extrañar que las primarias, con todo lo relevante que es como mecanismo para hacer más participativa la nominación de postulantes, no hayan motivado lo suficiente a los electores. Por lo demás, hay que recordar que la pandemia también es un factor a considerar para explicar la menor circulación en las calles.
Pero lo más importante, al menos para los distintos territorios del país, y en particular para quienes están convencidos de la necesidad de la descentralización, es que la elección de los candidatos a gobernador regional (dos de los cuales fueron definidos el domingo en Los Lagos mediante este mecanismo) supone al fin la consagración de un proceso tan anhelado y también tantas veces postergado por las fuerzas centralistas. Muy a pesar de quienes desconfían de las capacidades de las regiones para regir sus destinos, después de realizadas estas primarias ya será prácticamente imposible retrotraer el camino avanzado. La elección de gobernador regional del próximo año ya está en marcha y con ella, se empieza a hacer algo de justicia con las regiones y su demanda de autonomía y posibilidad de plantarse ante el nivel central con una voz potente para equilibrar las posibilidades de desarrollo frente a una metrópoli santiaguina que está dando señales de saturación.