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"Las flores son un producto apreciado para regalos y que se consume mucho", agregó.
Sobre la posibilidad de agruparse como gremio u otro tipo de organización gremial, Maldonado comentó que cada uno vende en forma independiente, pero indica que sería muy positivo que unieran fuerzas. Agregó que las ventas antes eran diarias y hoy están lejos de eso. "En las últimas dos semanas, las ventas han disminuido de forma considerable y sólo vendemos día por medio. Ahora que está cerrado el cementerio general, el movimiento es nulo y nuestro negocio depende exclusivamente de lo que comercializamos por las redes sociales", agregó Maldonado.
SIn AYUDA ESTATAL
En las cercanías del Cementerio Católico hasta hace un mes funcionaban establecimientos de venta de flores. Sin embargo, hoy las calles Amunátegui y Chillán son un territorio sin vida.
María Guerrero es propietaria de local "Solange". Quien lleva 14 años en este oficio aseguró que viven una situación dramática, ya que la mayoría de los locatarios pagan arriendo y, dado la cuarentena, no hay movimiento lo que la deja con cero ganancias.
"Tenemos muchas deudas y debemos pagarle a nuestros proveedores. Tampoco hemos recibido alguna ayuda del Estado y creo que sería necesario que nos agrupemos para que reconozcan nuestra labor", señala.
Explica que antes de la cuarentena las tiendas estaban abiertas los fines de semana, "pero desde el confinamiento el cementerio cerró y, en un par de días, perdimos toda las flores que son nuestro principal sustento".
Patricia del Valle también se ha visto afectada por los efectos de la pandemia. Por la situación que enfrenta debió cerrar su florería, ubicada en las afueras del cementerio Parque Alerce. "A partir del inicio de esta emergencia sanitaria las ventas se fueron al suelo. Como la gente no va a los cementerios, las flores se echan a perder, así que determiné cerrar por resolución sanitaria", puntualizó.
Desde 2009 cuenta con la tienda y afirma que lo ha forjado con mucho esfuerzo, después de haber trabajado en una financiera como ejecutiva de ventas.
Agregó que en los primeros años lo mantenía en el interior del camposanto, pero luego debió trasladarse afuera. "Mi papá había fallecido tiempo antes y quedé con los brazos cruzados y creo que él, de alguna forma, me llevó a instalarme con ese puesto", precisó.
Patricia del Valle afirmó que logró armar este negocio con mucho trabajo, apoyada por su pareja que falleció hace dos años en un atropello que se produjo en las cercanías del cementerio.
Indicó además que tampoco cuenta con ningún tipo de beneficio del Estado, afirmando que no calificó para ninguno de ellos.
Valor de las flores
Cecilia Agüero, dueña de la florería "Miramar", cercana al Cementerio General, cuenta que desde el estallido social su vida laboral dio un vuelco y la pandemia posterior terminó siendo un golpe terminal para su negocio, debido a que la gente tenía miedo y el horario de local apenas funcionaba hasta las 15 horas.
Por eso decidió reinventarse. "En octubre de 2019 la situación se tornó más compleja en mi actividad comercial, así que decidí dedicarme a un trabajo anexo, a partir de febrero, vendiendo desayunos, picoteos y entrego mercadería desde mi casa", afirmó.
Desde inicio de la cuarentena que Cecilia Agüero mantiene cerrado su local, dado que no es un establecimiento de primera necesidad. "Mantenía una buena clientela para matrimonios, bautizos y cumpleaños, sin embargo, todo esto debió suspenderse y los encargos son a través de mensajes y teléfono", afirmó la comerciante.
Sobre el valor que tienen sus productos, afirmó que "a pesar de que las autoridades nos los aprecian como un tienda de primera necesidad, a su juicio sí lo son para aquellos que pierden un ser querido, ellos sí quieren flores encima de las urnas, como una señal de acompañamiento y de duelo y lo mismo para aquella pareja que se casa o aquella mamá, cuya familia le regala un presente en su día.
"Tenemos deudas grandes y debemos pagarles a nuestros proveedores y tampoco hemos recido ayuda estatal"
María Guerrero
Florería Solange
"Aunque algunos pueden opinar lo contrario, nuestra actividad sí es de primera necesidad, para aquellos que regalan flores o testimonian su cariño con un adorno en una urna o para festejar a un ser querido"
Cecilia Agüero
Florería Miramar
2009 fue el año en que Patricia del Valle abrió su local, a pasos del Cementerio Parque Alerce y que espera que vuelva a operar pronto.
6 locales de ventas de flores cerca del Cementerio Católico en población Modelo permanecen cerrados, sin ventas y esperando que termine la cuarentena.
7 años funciona la florería "Mary", atendida por Marisel Toledo, quien hoy sólo vende sus productos a pedido, para salvaguardar su fuente laboral.