Así es el fútbol con distanciamiento social y mascarilla
CAMBOYA. El test también es obligatorio. Si alguien rompe las reglas, se va "a cuarentena". Está inspirado en el tacataca.
Con el tacataca como modelo, una modalidad de fútbol con distanciamiento social se ha introducido en Camboya para que los más jóvenes puedan practicar el deporte rey de forma segura durante la pandemia del covid-19.
"Cuando el Gobierno cerró todas las escuelas en Camboya, rápidamente hallamos formas de asegurar que nuestros programas educativos continuasen con educación online y deberes a domicilio. ¿Pero cómo podían nuestros entrenadores ayudar a los niños cuando el fútbol es inherentemente inseguro?", señala Jaime Hill, de la ONG camboyana Indochina Starfish Foundation (ISF).
Según Hill, que se ocupa de las relaciones públicas de la ONG, el juego fue creado tras ver a niños jugando en la calle durante los momentos álgidos de la pandemia.
"El fútbol con distanciamiento social fue desarrollado por los entrenadores de ISF -especialmente Yin Samedy, jefe de la división de este deporte-, en colaboración conmigo y se trataba de simplemente de hallar la forma de que se pudiera jugar respetando las normas de distanciamiento social", cuenta Hill.
La inspiración
Con los jugadores distribuidos en líneas a lo ancho del terreno de juego y siempre a distancia los unos de los otros, el principio de esta modalidad de fútbol en tiempos de covid-19 se basa en el tacataca, que sirvió de inspiración porque es "un juego el que las figuras nunca se tocan, hacer una entrada es imposible y se acentúan los pases, la estrategia y la precisión en los remates", señala Hill.
La página web de la ONG indica que las reglas son adaptables, pero hay algunas indispensables, como que se compruebe antes de los encuentros que los jugadores no presentan síntomas de covid-19, que lleven mascarillas y nunca se acerquen a menos de dos metros los unos de los otros.
Cuando uno de los jugadores rompe alguna de las reglas, se "le envía durante un minuto a cuarentena" en lugar de al banco de suplentes o al camarín.
"Los niños camboyanos están en una situación muy difícil. Las escuelas han cerrado por su seguridad, pero debido a que la mayoría de los padres han de trabajar, algunos niños tiene que quedarse solos o están en las calles jugando al fútbol", señala Vicheka Chourp, jefe de la ONG en el país.
Camboya tiene 272 casos de covid-19 y ningún muerto, pero se han realizado pocas pruebas. "Nuestros entrenadores veían a la gente jugar fútbol sin precauciones por todas partes y buscaron maneras de ayudar", señala Chourp. "Nos sigue asombrando cuánta gente se muestra interesada en jugar con estas reglas", sentencia Hill.