(viene de la página anterior)
Comunal del Colegio de Profesores), Hans Kastowsky (presidente de la Fundación Educacional San Miguel), Luis Perotti (jefe técnico del DAEM de Puerto Montt), Pedro Díaz (director de la Escuela de Administración Pública de la Universidad Austral de Chile), Paulina Lobos (directora provincial de Educación), Cristián del Campo (ex Provincial Jesuita, superior de la comunidad jesuita Puerto Montt y miembro del directorio del Colegio San Javier) y Felipe Sotomayor (rector del Colegio San Miguel de Calbuco y vicepresidente de FIDE Los Lagos).
Brecha
Uno de los aspectos en los que más coincidieron fue en que la pandemia demostró la brecha existente en el país en materia de conectividad, ya que no todos los alumnos han podido conectarse con normalidad para el desarrollo de sus clases a distancia.
Esa situación ha generado un enorme desafío para las comunidades educativas y donde los profesores han desempeñado un rol clave, ya que incluso se han visto en la necesidad de llevar las materias hasta los domicilios de los alumnos que no cuentan con la opción de seguir una clase a distancia.
Junto con ello, han tenido la disponibilidad de responder las consultas fuera del horario de clases, ya que en muchos casos las familias cuentan con un solo celular y el estudiante debe esperar que sus padres regresen de sus trabajos o terminen sus jornadas labores, si es que están en sus casas, para hacer uso de este aparato y así poder contactar a los docentes, en un ejercicio que ha ocurrido, en algunos casos, a eso de las 23 horas.
También coinciden en que este nuevo modelo educativo, como lo es la educación online, que obligó a los establecimientos a realizar fuertes inversiones, llegó para quedarse y que más allá de lo que pudiera suceder en los próximos meses, se trata de una estructura que deberá permanecer en el tiempo.
Oportunidades
Pero así más como el mundo de la educación ha debido sortear más de un problema durante estos meses, también los expertos colocan el acento en que se han abierto nuevas posibilidades que no pueden dejarse de lado una vez que se retorne a la normalidad.
Es así como la cercanía con las familias, el conocimiento de las comunidades, de la realidad y del entorno que presenta cada estudiante es un valor que se tiene que mantener.
Como también lo es, dicen, el debate respecto de lo que será una nueva educación, la del siglo XXI, donde impere la investigación y la autonomía de los estudiantes y donde las tecnologías ocupen un lugar de privilegio.