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Destino", afirma.
Sobre su afición al velerismo cuenta que por un "punto" no pudo clasificar a los Juegos Paralímpicos de Río. "Participé en una etapa clasificatoria y rocé la oportunidad de representar a mi país en esa cita. Fue una experiencia gratificante, pero no se pudo conseguir", afirma.
Pandemia al acecho
Ya en el continente, después de arribar a en Argentina en enero, visitó Uruguay y también las Islas Falkland, hasta que en febrero llegó a Chile, luego de atravesar el Cabo de Hornos, cuando supo algo acerca de la pandemia.
"Me sorprendió el coronavirus en este país, motivo por el cual no me permitieron entrar a ningún puerto chileno. Estuve en Puerto Natales y fue muy difícil esta travesía en el sur, aunque lo he disfrutado mucho por los paisajes maravillosos que ofrece Chile. Pero también porque tiene condiciones que son muy extremas y mucha lluvia, muy distintas a la que tiene mi país", explica,
En Puerto Montt, apenas recalaron en el muelle ubicado en Chinquihue, recibieron el apoyo del cónsul honorario del Reino Unido en la zona, John Kenyon, quien ha mantenido contacto estrecho con los navegantes y tratando de atenderlos de la mejor forma posible.
El capitán del yate Gloriana comenta que han permanecido todo el tiempo en la nave. Sólo han hecho viajes exprés a Puerto Varas y Ensenada para conocer, dentro de todas las restricciones sanitarias que han imperado en la región.
Por ejemplo, no pudieron llegar a los volcanes y al parque Vicente Pérez Rosales, porque estaba cerrado.
Por su parte Kenyon cuenta que incluso tuvo que llevar a Craig de urgencia al dentista para que lo atendieran un día domingo.
Lo que más le ha impresionado al cónsul británico de este navegante es su capacidad de resiliencia, de adaptarse y de luchar contra la adversidad y mantenerse fuerte, a pesar de las limitaciones físicas que presenta y apoyar a jóvenes que presentan problemas sicológicos, que requieren de un apoyo fuerte pasa salir adelante. "No sé de donde saca tantas ganas y energías. Él perfectamente podría estar disfrutando en su hogar, con su familia, pero decidió que esta era su vida y también de ayudar a otras personas. Ha sido muy interesante conocer a Craig y su vida", explica.
Bien acompañado
Aunque no habla un español perfecto (se deja guiar por una enciclopedia de bolsillo), la suiza Renate Gwerder comenta que ambos se conocieron en Gibraltar.
"Soy mochilera. Tenía viajes desde Europa a Sudamérica y un día el capitán Craig me invitó a integrarme a su tripulación en diciembre de 2018, con cierto temor porque jamás había navegado", comenta.
Recuerda que en enero de 2019 llegaron a Brasil, claro que con más personas. "En el intertanto, estuve alrededor de sietes meses aprendiendo español, aunque trato de dominarlo".
Prosigue señalando que en esa época fue rotando con tripulaciones de otros veleros y fueron descubriendo Sudamérica y "me quedé en Uruguay. Craig al tiempo fue en busca de gente al sur, a la Patagonia y ahí lo acompañé hasta el día de hoy que estamos en Chile y, por supuesto. que nos fascina. Estuvimos en Chiloé, cruzamos canales inhóspitos que tienen una belleza cautivante, pero con mucho frío", afirma.
Sobre lo se viene próximamente para la pareja, el objetivo es enfilar por el Pacífico, recorrer todo el Este del continente. "Me encantaría conocer la Islas Galápagos, Ecuador, luego llegar a Hawái, Alaska y luego bajar por la costa de Estados Unidos.
Para Craig, la posibilidad de poder hacer este circuito por el planeta ha sido un regalo. "No tengo apuros, tengo todo el tiempo del mundo para conocer y conquistar muchos puntos del globo y completar conociendo América en tres años o más", asegura.
"Mi vida es navegar, navegar y lo haré hasta que no se pueda más", argumenta el navegante británico, quien seguirá pasando unos días en el Canal de Tenglo.
"Pasé alrededor de dos meses en coma y mis posibilidades de sobrevivir eran escasas. Mi rostro quedó desfigurado y cuando desperté tenía amputada mis extremidades y me operaron unas 10 veces para intervenir mi cara" "No tengo apuros, tengo todo el tiempo del mundo para conocer y conquistar muchos puntos del globo y completar conociendo América en tres años o más"
29 y quien hoy junto a su pareja de origen suizo recorre esta parte del continente, en un viaje que no tiene destino final.
18 tenía Craig Wood cuando sobrevivió a una explosión en Afganistán y que lo dejó malherido y con extremidades amputadas.
2017 este navegante inglés decidió dar la vuelta al mundo en su yate Sirius, con el que permanece anclado en el canal de Tenglo.
años tiene el ex militar inglés
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