Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv
  • Espectáculos

Estiman que la demanda de pellet aumentó más de un 40% en un año

EN LA REGIÓN. Más pedidos de la zona norte del país, paralización de faenas de una productora en el Biobío a causa de huelga y efectos del covid-19 han complicado la disponibilidad del combustible, el cual gana espacia como energía limpia.
E-mail Compartir

Constanza Hitschfeld

La pandemia del covid-19, el cierre del comercio y la cuarentena obligatoria o voluntaria ha perjudicado a muchas industrias, pero ha beneficiado a otras. La permanencia al interior de las casas significa, entre otras cosas, mayor utilización de fuentes de calor. Una alternativa son las estufas a pellet, producto que está siendo cada vez más cotizado en remplazo de la leña.

El seremi de Energía informó que del año 2017 a 2018 la demanda de pellet en la región aumentó en un 16 y de 2018 a 2019 un 18%. Por esto se esperaba que la siguiente cifra para este año fuera de un 20% al menos, por una correlación lineal. Pero en relación al mayor tiempo que pasan las personas al interior de sus casas, este mercado aumentó un 40% aproximadamente en lo que va corrido del año.

"Si bien hay varios factores que hacen ver este aumento, principalmente las personas individuales han hecho el recambio al mercado del pellet. Aun así, el mercado local es capaz de producir mucho más. Lo que ha pasado son algunos casos bien puntuales que tienen que ver con algunas industrias, que por el tema aserradero, han quedado con proveedores en Estados Unidos o algunos han sufrido algunos siniestros que tienen que ver con incendios. Pero la verdad es que estamos trabajando full para que eso se regularice", explicó Rodrigo Barahona seremi de Energía.

En Fullpellet, distribuidora de pellet en el sur, han duplicado sus ventas en comparación al año pasado. En la empresa explicaron que la zona norte también está consumiendo pellet, cosa que años anteriores no era así, siempre el consumidor estuvo en el sur. La gran demanda podría explicar la falta de abastecimiento que se ha podido observar en algunas empresas que venden pellet.

Luis Schmoltz, dueño Fullpellet, comentó que "hay dificultades de abastecimiento en la zona, pero es por diversos factores. Uno de los factores es que estamos en plena temporada y ha habido un exceso de demanda producto de que el tema del covid-19 ha obligado a que la gente permanezca más tiempo en las casas. Por lo tanto, el consumo domiciliario que implica un 80% de la producción de pellet se ha visto incrementado fuertemente".

Fullpellet es distribuidor oficial de Ecomas, uno de los productores más grandes de pellet en el país que está ubicado en Los Ángeles. El repartidor local ha visto una disminución en el stock, pero tiene un volumen asegurado con Ecomas. Luis Schmoltz aseguró que hubo un problema de stock el fin de semana, pero que rápidamente se repuso el producto faltante.

Rudy Barrientos, propietario de Puerto Pellet con oficina en Puerto Montt y Puerto Varas, expresó que "este año ha sido súper complicado por la cuarentena voluntaria en la zona y por el abastecimiento de las empresas que comercializan el pellet Ecomas, ellos en realidad son los que manejan el mercado. Ellos tuvieron un problema con un paro de su fábrica, estuvieron cerrados sin generar pellet como un mes y medio y al parecer se consumieron el stock del año".

Agrega que "hay problemas de abastecimiento en la zona. Nosotros tenemos asegurado el stock. La demanda subió tanto que empezaron todos a llegar de golpe a buscar el pellet, la que subió como un 50%. Tenemos que disminuir la venta local, la gente tiene que comprar menos para que el stock alcance".

20% la industria proyectó el crecimiento de la demanda de pellet en 2020. Sin embargo, se duplicó.

18 kilos de pellet es el saco promedio. Su precio puede variar entre los $3.700 y $4.000 aproximadamente.

80% del pellet que se consume está destinado para uso domiciliario en calefacción.

Lanzan campaña para ir en apoyo de almaceneros de barrio

"MINGA SOCIAL". Fundación adquiere productos en estos negocios para armar cajas con alimentos. Almacenes reconocen caída en ventas de hasta el 40%.
E-mail Compartir

Hace 12 años que Graciela Nallar tiene su almacén en Alerce Sur, donde trabaja de domingo a domingo. Preocupada dice que de un momento a otro el negocio comenzó a bajar sus ventas producto de la pandemia. Y los hábitos de compra de sus clientes también cambiaron.

"La gente anda comprando lo justo y necesario; una zanahoria o dos papitas, antes no era así, yo tengo abierto todo el día y vendo con suerte 40 mil pesos diarios y antes vendía sobre los 100 mil", dice.

Una situación similar es la que le ocurre a Carolina Seguel, del almacén "Donde El Oso", en Lagunitas. Junto a su madre llevan más de seis años con el negocio y reconocen una baja considerable en sus ventas desde que comenzaron los primeros casos de covid-19 en Puerto Montt.

"Bajó en un 40% las ventas diarias y se nota demasiado porque la gente no sale de sus casas, después de las 19 horas ya no anda nadie", sostiene. Y agrega que hay productos que ya no se venden como antes.

"Los lácteos y los dulces ya no se venden porque no hay clases y tampoco colaciones para los niños que iban al colegio, además la gente ya no dice 'necesito estas cosas' sin preguntar el precio, ahora preguntan cuánto vale o si me alcanza con lo que tengo o no", cuenta.

Campaña

Para ir en ayuda de algunos almaceneros, la Fundación Puerto Montt Adelante, desarrolló el programa "Minga Social", donde todas las donaciones en dinero que están recibiendo para comprar cajas de alimentos para los adultos mayores se utilizan comprando en los almacenes de los mismos barrios donde se entregan

"De esta manera queremos poder generar una economía circular y lo que hemos llamado como minga social, porque estamos convencidos que la única manera de salir adelante es entre todos y esta es una tremenda ayuda para todos estos negocios más pequeños", señaló Rodrigo Wainraihgt, director de la fundación y ex seremi de Vivienda.

"De esta manera los puertomontinos ayudamos a los puertomontinos y ayudamos a nuestro comercio local para que la gente también los prefiera y venga a comprar a estos locales, porque son gente de esfuerzo y que ayudan a dar vida de barrio y que también exista identidad", señaló el concejal Fernando Orellana, miembro de la fundación.

"La gente ya no dice 'necesito estas cosas' sin preguntar el precio, ahora preguntan cuánto vale o si me alcanza con lo que tengo o no"

Carolina Seguel, Almacén "Donde el Oso", del sector Lagunitas de Puerto Montt.