"Extraño Chile, eso está en una cueca que escribí y está marcando mi nostalgia"
Cerca de 60 días va a cumplir el poeta puertomontino Mario Cárdenas en Perú, 60 días en los que no ha visto a su familia y en los que despierta en un país ajeno al suyo sin saber cuándo podrá volver a casa.
Lo que comenzó como una visita para promocionar sus últimos trabajos, se transformó en un viaje, hasta ahora, sin retorno.
Esa experiencia, sus emociones y el cómo ha sobrellevado esta estadía obligatoria en el país vecino, relata Cárdenas desde Cusco.
- ¿Cuál era el objetivo inicial de este viaje que realizó?
- Primero, conocer Lima, que era un deseo muy grande que tenía. Estaba invitado por amigos que me habían conseguido algunas actividades, e iba autofinanciándome, en la medida en que trabajaba en lo que me saliera.
Mi llegada fue muy bonita, me encontré rápidamente con un amigo payador y abogado, y estuve una semana ahí, entre visitando lugares y haciendo algunas presentaciones en restoranes. Luego fui a Ayacucho y después a Cusco.
- ¿Cuánto llevaba en Cusco cuando se declaró cuarentena?
- Como a los diez días de estar en Perú -a mediados de marzo-, se suspendió una presentación de un libro mío, aún cuando todavía no se declaraba la cuarentena. En vista de eso yo viajé hacia el Cusco. Llegué el 15 de marzo, mismo día en que dicen que se cierra todo, pero acá se cerró todo completamente; no pueden andar vehículos particulares, el toque de queda es desde las 18 horas y solamente tienen abierto negocios de abarrotes y farmacias, nada más.
- ¿Qué sintió y pensó en esos momentos?
- Primero fue fuerte, porque el dueño del hotel donde estaba me dijo: "no, no puede salir" y yo le respondí: "pero cómo". En ese momento afirmaron que eran 15 días sí, o sea, el 30 de marzo terminaba todo, así que me tranquilicé, porque pensé "son 15 días, tengo mi celular acá, estoy comunicado, puedo escuchar música o ver tele", por lo que ese tiempo fue tranquilo, pero ahí comenzó la etapa de los gastos y llevo más de un mes completamente solo en este hotel.
- ¿Cómo lo ha hecho con esos gastos extras?
- Uno está preparado para financiar solamente unos días. Yo en Puerto Montt tenía unos ahorros, por unas actuaciones que había hecho por la municipalidad durante el verano y eso fue providencial. Y el 30 de marzo yo dije: "ya, estamos", pero el presidente de Perú anunció que sería hasta el 13 de abril. La cosa ahí ya se complicó un poco más, porque después dijeron que sería hasta el 27 de ese mes y ahora el 10 de mayo, y es incierto aún si el domingo termina esto, porque las fronteras están cerradas y los terminales de buses también.
- Hubo un avión que salió a Chile desde Lima, ¿le avisaron de ese viaje?
- Hasta hoy no hay posibilidad de que salga un bus. El Estado han podido llevar a la gente con algunos buses y aviones, pero es una cantidad ínfima en relación al total. En ese sentido, yo he sido perjudicado, porque mi objetivo es poder llegar a Tacna y con los terminales cerrados no puedo.
- ¿Pensó en que viviría algo así y en una ciudad como esta?
- Jamás me imaginé que iba a vivir algo así, pero el ambiente en el Cusco es como en todo el resto del Perú, muy tranquilo, no se ve gente en las calles, y desde las 9 a las 13 horas puedes salir a comprar.
- ¿Cuándo cree que podrá volver?
- Eso está en manos de este gobierno, porque yo no tengo idea cuándo voy a poder volver- Ahora, si se termina la cuarentena, es posible que finalice, pero para mí lo importante es que abran la frontera.
Mi gran problema es haber quedado en Cusco, porque antecedentes de que hayan más chilenos no tengo, así que ¿cuándo vuelvo?, como decimos en Chile; "será cuando Dios quiera".
-¿Y cómo se siente con eso?
- Extraño a Chile, eso está en una cueca que escribí, que dice: "busco, busco y rebusco salir del Cusco..." y el otro remate reza: "volver es lo que yo pido Chile querido". Eso es lo que está marcando mi nostalgia. Temor no he tenido, creo que todas las mañanas me he levantado con ánimo, me hago "leso" solo y digo: "hoy llegué acá, y los días para atrás no existen", incluso, si esto no termina, me reinventaré y seguiré adelante.
" Mi gran problema es haber quedado en Cusco, porque antecedentes de que hayan más chilenos no tengo, así que será cuando Dios quiera".