Alma López
No todos los negocios de venta de comida están preparados o son aptos para adaptarse al modo de ventas con delivery (reparto a domicilio), como lo han hecho muchos locales de la zona para tratar de mantenerse a flote durante la contingencia sanitaria por covid-19, en cuyo marco se decretó el cierre de espacios de congregación de personas, incluidos los restaurantes.
Esta medida está próxima a cumplir un mes (20 de abril) y encargados de cinco establecimientos emblemáticos de Puerto Montt compartieron sus inquietudes, medidas y expectativas de lo que ha ocurrido y lo que está por venir. Todos aseguraron estar acogidos a la Ley de Protección al Empleo por covid-19, la cual permite una suspensión de actividades establecidas en los contratos para que los trabajadores dispongan de un porcentaje del seguro de cesantía.
"Desde el 20 de marzo estamos completamente cerrados, sin trabajar bajo ninguna modalidad. Estamos viendo la factibilidad de hacer comida para llevar o con servicio a domicilio y si bien tenemos experiencia en la realización de sándwiches, tenemos ocho años laborando con menú y no es tan fácil la adaptación", refirió Carmen Maíz, propietaria de El Caldero de las Brujas, ubicado en Urmeneta.
Con más de 20 años de experiencia en el ramo, Maíz considera que se deberían agilizar las facilidades anunciadas por el Gobierno para los pequeños empresarios, ya que los días pasan y solo acumulan deudas.
"Nuestro local es grande y el arriendo es bastante fuerte. Tenemos nueve empleados y sin posibilidad de generar ingresos, necesitamos un soporte para poder cubrir los compromisos. Por el estallido social del año pasado bajamos las ventas, pero no nos afectó tanto porque podíamos abrir gracias a nuestro horario, pero ahora la situación es diferente", expresó.
No conviene delivery
Otro de los comercios afectados es La Fuente de Alí, adyacente a la Plaza de Armas de la ciudad y cuyo dueño, Alí Chelech, comentó que las pérdidas económicas por esta contingencia no se comparan con las del último trimestre de 2019 y que, de seguir así, es probable que en los próximos meses se tengan que declarar en quiebra.
"El año pasado las ventas bajaron en 70%, pero este mes ha sido de cero ventas. No nos conviene abrir para trabajar con delivery. Ojalá todo vuelva a la normalidad pronto porque nos acogimos al seguro de cesantía para el pago del personal (suspensión de actividades decretada por la autoridad, bajo la Ley de Protección al empleo por covid-19), pero seguimos cancelando imposiciones a más de 40 trabajadores. El Gobierno que ayude porque hasta ahora no está haciendo nada", manifestó.
Para Sara Brochón, administradora de El Fogón de Pepe, en Rengifo, adaptarse al modo de despacho a domicilio para el tipo de restaurante que maneja es casi imposible, por lo que no es una opción que evalúen, solo les queda esperar que termine la situación lo antes posible para poder producir.
"No estamos preparados para funcionar con delivery y lo que servimos tampoco se presta para ese servicio (carnes de la parrilla al plato). Tenemos a 20 trabajadores a quienes aplicamos la suspensión de contrato porque no queremos despedirlos, sin embargo, es una situación poco sostenible en el tiempo. Esperamos que esto pase pronto", indicó la encargad.
Alternativa
Quienes sí estudian la posibilidad de utilizar el servicio a domicilio o comida para llevar son los propietarios del establecimiento de 13 años, Da Alessandro Pizza & Pasta, en calle Rengifo. Su gerente, Leonardo Campbell, aseveró que estudian lo referente al pago online para que los clientes no tengan que pagar en efectivo y evitar en lo posible el contacto físico.
"Tenemos un tiempo viendo la alternativa, pero sin decidir. Con respecto a nuestros trabajadores, unos 12, estamos sujetos al pago de imposiciones para que puedan hacer uso de su seguro de cesantía, con los contadores ya se vio el tema. Lo importante es que se pueda mantener por un tiempo y no romper el vínculo con el empleado, porque quedarían a la deriva", explicó.
Raúl Soza, administrativo de Café Central, ubicado en Rancagua, precisó que desde hace un tiempo manejan el servicio a domicilio con las aplicaciones disponibles (Pedidos Ya y Uber Eats) como una elección para sus clientes, pero desde hace un mes se convirtió en la única solución para generar ventas.
"Estamos generando un pequeño porcentaje, son tres restaurantes y solo tenemos la cocina de uno abierta para elaborar las comidas de los pedidos. En el lugar extremamos las medidas de higiene, con el uso de guantes, tapabocas, gorros, todos los implementos y además nos sanitizamos todo el local una vez por semana", afirmó.
De casi 70 trabajadores solo están en faena cinco y, como prevención adicional, Soza dijo que facilitan el transporte al personal operativo con un taxi exclusivo para ellos que los busca y devuelve a sus casas para que no se expongan al tomar transporte público.