La prevención a raíz del covidD-19 es tarea de todos: desde las autoridades que resguardan a través de medidas extraordinarias la propagación del virus, a cada ciudadano tomando conciencia de estas medidas y dando cumplimiento a ellas.

Dada la emergencia que afecta al país y a la región, se realizó la semana recién pasada, vía videoconferencia, la sesión de Consejo Regional que aprobó por unanimidad el Acuerdo de Salud Los Lagos Covid-19, medida que busca mitigar los efectos de la pandemia en nuestra región, fortaleciendo a la red asistencial del Servicio de Salud y la red social municipal, facilitando recursos para controles médicos, barreras sanitarias preventivas y fármacos e insumos para los más desprotegidos.

El plan, que contará con una inversión de 6 mil millones de pesos en total, de los cuales 500 millones serán de libre disposición, permitirá instalar 15 puntos de control sanitarios en diversos sectores, entre las provincias de Osorno, Llanquihue, Chiloé y Palena, además de fortalecer la capacidad de comprar a gran escala, para que los municipios distribuyan estos insumos, para mejorar las condiciones sanitarias y las instrucciones del Ministerio de Salud.

A nivel nacional, el Presidente Sebastián Piñera anunció un Plan Económico de Emergencia con medidas económicas y sociales que movilizará recursos fiscales por $11.750 millones de dólares. En el marco de este plan, el Presidente Piñera promulgó la iniciativa que contempla, entre otras medidas, la entrega del bono apoyo de ingresos, que permitirá entregar un total de 2,7 millones de bonos que se estima serán recibidos por más de dos millones de personas y cerca de 770 mil hogares a nivel nacional; y la reducción transitoria del impuesto timbres y estampillas a 0% para todas las operaciones de crédito durante los próximos seis meses.

En nuestra región continúa el contagio y entonces el llamado es a quedarse en casa. No me cansaré de reforzar esta idea: es importante generar un cambio profundo y total en nuestras vidas, porque esta es una emergencia sanitaria de proporciones. Por nuestra salud y la de nuestras familias, quedémonos en casa.

Harry Jürgensen, intendente de la Región de Los Lagos.

Ayer fue Domingo de Ramos, día que marca el inicio de la Semana Santa, tiempo religioso en el cual se recuerda la vida, muerte y Resurrección de Jesús, creencia base de las religiones cristianas. En tiempos normales esta fecha habría implicado reuniones masivas y bendiciones de las ramas que los fieles ponen en las puertas de sus casas como señal; sin embargo, en época de coronavirus las comunidades se vieron obligadas a oraciones a la distancia y a ocupar incluso la tecnología digital y las redes sociales para reflexionar sobre las Escrituras y dar comienzo a este tiempo sagrado.

Independientemente de las creencias de cada uno, la situación es muy fuerte a nivel comunitario, considerando que estas prácticas están en la base de la cultura occidental, que estas fechas en particular son las más respetadas por los feligreses y que Chile es un país que se declara mayoritariamente católico (55%).

Pero también hay otras razones, no espirituales, que obligan a una mirada práctica y preocupada hacia Semana Santa y para encender algunas alertas. Por lo regular, estos días feriados en el calendario son sinónimos de pequeñas vacaciones familiares, salidas por el fin de semana y descanso. Este año, también por las circunstancias de la pandemia, eso no debe suceder. Sobre todo en nuestra región, que recibe una gran cantidad de turistas, que tiene en la zona de mayor atractivo, un importante porcentaje de segundas viviendas familiares y que hoy se encuentra con sus vecinos inmediatos de Los Ríos, profundamente afectados por la cantidad de contagios.

Es necesario que se tomen medidas de precaución frente a estos días que vienen, pues si bien está prohibido salir de paseo por el Estado de Excepción, hay demasiados que no comprenden lo que sucede y que no han tomado el peso de lo que estamos viviendo. Basta ver a diario el centro o mercados y ferias de Puerto Montt, por ejemplo, para darse cuenta que la conciencia escasea.

El llamado es, entonces, a la responsabilidad comunitaria; a vivir esta Semana Santa en casa y ayudar a evitar más contagios.