Trabajo colaborativo
El lunes 30 de marzo, junto a Agrollanquihue, Covepa, agricultores y un grupo de amigos nos coordinamos para apoyar la tarea de desinfectar calles y espacios públicos de Puerto Montt. Con esta acción buscamos ayudar a controlar la propagación del covid-19. En este tremendo equipo de trabajo fui uno más entre quienes nos juntamos -incluso sin conocernos-, con la sola idea y convicción de ir en ayuda de los puertomontinos y cooperar en esta lucha que estamos dando en el país y en todo el mundo.
Aprovecho este medio para saludar, reconocer y destacar a cada una de las personas que participaron de esta iniciativa. Van mis sinceros agradecimientos a Agrollanquihue, Walter Klein, Covepa, panadería Don Papi, Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt, Rudy Barrientos, Benja Barrientos, Cody, Rodrigo Lavín, Nacho Bintrup, Tito Neumann, Gustavo Stange, Sebastián Salvadores, Jorge Rehbein, Juan Stange, Fernando Orellana, Fernando Binder, Fernando Pardo, Rodrigo Mardones, Juan Carlos Paredes, Vivi González, diputado Alejandro Santana; y a mi primo Sebastián Turconi, quienes desinteresadamente quisieron ser parte de esta noble cruzada.
A su vez, quiero dejar la invitación para que más empresarios se sumen, ya que este virus no hace distinción ni mucho menos tiene color político. En momentos como estos, desde el sector público y la sociedad debemos ser capaces de organizarnos, para identificar y reunir a todas aquellas personas que quieren y pueden ayudar con quienes se encuentran en una situación de vulnerabilidad y necesitan nuestro apoyo. Tenemos que saber ser ese canal de unión, para que las personas con buenas intenciones puedan llegar a quienes más nos necesitan hoy.
Rodrigo Javier Wainraihgt Galilea, abogado.
Distancia, higiene y limpieza
Moisés, fue a ver la zarza que ardía sin consumirse, pero Dios le dijo: "No te acerques. Quítate las sandalias de los pies, porque el sitio que pisas es sagrado". Moisés temeroso se tapó la cara; pero, luego de escuchar a Dios, aceptó misión de ir a liberar al pueblo que vivía esclavo en Egipto. Ante la negativa del faraón de dejar marchar a los israelitas, se conocieron las plagas, entre ellas: los mosquitos, moscas, peste, úlceras, langostas y muerte de los primogénitos. El pueblo ya liberado, en su largo peregrinar por el desierto, recibió varias normas, obligaciones o leyes sobre: la pureza, higiene, impurezas, enfermedades de la piel y otros.
Informaciones indican que, en el mundo cerca de 1.200.000 personas están contagiadas por el coronavirus y a diario aumentan los fallecidos, revelando lo vulnerable que está la población ante esta pandemia.
En Chile, cada uno de nosotros, debe cumplir recomendaciones que indiquen los expertos y autoridades, evitar salir del hogar y mantener distancia física entre las personas. Todos debemos procurar mejorar aseo en nuestro entorno y calles, sin botar basuras o desechos en la vía pública. Ojalá, no ingresar a nuestras casas con los zapatos puestos, estos acumulan gérmenes en las suelas.
Derico Cofré Catril.
Rol público
Profunda alegría me produce el hecho de saber que la Universidad de Los Lagos, mi alma mater hoy está colaborando activamente con el Hospital Base de Osorno en lo relacionado con la entrega de insumos médicos en momentos cuando a nivel mundial enfrentamos la pandemia más grande vivida en el último tiempo.
Sin duda este tipo de acercamientos es absolutamente favorable para la población, en los que actos como estos, de cooperación intersectorial - qué deben existir entre los organismos que tienen como fin superior el bien público- permiten proteger y aunar los esfuerzos en pos del cuidado de la ciudadanía, sobre todo en momentos cuando la población sufre ante la incertidumbre con el covid-19.
Otro aspecto a destacar en esta acción es la oportunidad para aprender a valorar y redoblar los compromisos con la acción pública y así dar a conocer a la ciudadanía el trabajo que realizan las instituciones estatales de educación superior en pos del bien general de la nación .
Eduardo Francisco Leiva Zumelzu.
Inconsciencia colectiva
No logro comprender la inconsciencia de algunas personas, que sabiendo que estamos en un período de cuarentena, insisten en salir de sus casas en grupos. Entiendo que todos tenemos derecho a abastecernos, pero también hay que ser responsables y no exponerse a un contagio que puede traer catastróficas consecuencias.
Porque si todos comenzamos a ignorar las indicaciones que llegan de la autoridad sanitaria, es posible imaginar una situación mucho más complicada que no quisiera ni imaginar. Sólo basta ver los efectos en países de Europa, como Italia y España, y hasta en el mismo Estados Unidos. Y en Chile, como si nada...
Roxana Vegas T.