El lado que nadie puede celebrar de las protestas

VANDALISMO. Un lamentable daño colateral de las protestas, en el contexto del estallido social, ha sido el ataque constante a las esculturas, monumentos y monolitos que recogen pequeñas historias de nuestro pasado. Sin duda, estas estructuras no tienen culpa alguna de las demandas sociales y sólo afean la ya descuidada capital regional.
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