Violencia en el país
Han atacado, destruido, saqueado e incendiado por doquier, iglesias, negocios de pequeños comerciantes, grandes negocios; tienen rayado todo Chile y destruidas innumerables calles de Chile. El país lo tienen hecho una inmundicia. El comercio está lleno de latas por su accionar, y por su accionar está lleno de chilenos cesantes.
Últimamente, en Puerto Montt atacaron el Club Alemán y el restaurante Rhenania, negocios de honestos comerciantes. El ingreso del metro Baquedano, en Santiago, lo tienen todo destruido y lleno de excrementos, y con un olor nauseabundo por la cantidad de fecas humanas. Esto es el fruto del matonaje de extrema izquierda, y su nueva reedición de su Unidad Popular 2.0. Esta extrema izquierda se demoró pocos años en convertir al país más rico de Latinoamérica, que era Venezuela, en un país de miseria, donde el hambre, la ruina y el atraso campean, donde mataron la esperanza, tanto que millones de venezolanos han tenido que arrancar de ese país, y quieren llevar a Chile a ser una nueva Venezuela o Cuba.
Integrantes de la llamada Mesa Social, de Chile, como Florencia Lagos, han reconocido abiertamente que su faro de luz es Venezuela y Cuba. Matonean por todas partes, para llevarnos a una nueva Unidad Popular, por eso quieren una nueva Constitución, que pavimente el camino seguro al comunismo para Chile. Están siguiendo los mismos pasos, calcados, que siguió Venezuela.
En Venezuela decían lo mismo que dicen acá, que no hay nada de qué preocuparse, que ellos iban a respetar la propiedad privada, la iniciativa individual, la libertad de acción de cada persona, de pensamiento y de expresión (pero hicieron todo lo contrario); decían igual que dicen en Chile que hay que cambiar la Constitución y toda la misma cantinela que dicen acá. Pensemos bien sobre esto, compatriotas chilenas y chilenos.
Alfredo Arriagada Alvarado
Para superar la crisis
Cuál fue la chispa que encendió la pradera de la actual crisis es inoficioso. Hay que ocuparse del estado en que se encontraba el pasto y conseguir que reverdezca. La pradera nacional estaba yerma y la causa de esa sequedad que permitió el incendio la hemos confirmado en un ejercicio que empezamos el 4 de noviembre pasado, Techo, Fondo Esperanza y Hogar de Cristo: diálogos con las personas más pobres y excluidas en los territorios, a las que habitualmente nadie escucha.
A fines de marzo, habremos recogido los sentimientos, diagnósticos, urgencias y propuestas de solución de unas 30 mil personas en estos llamados Círculos Territoriales, y pondremos en manos de las autoridades un informe sistematizado con ese material. En un gran porcentaje, los participantes son mujeres, pequeñas emprendedoras, socias de Fondo Esperanza, pero además habitantes de campamentos vinculados a Techo y representantes de la amplia diversidad que atiende Hogar de Cristo a lo largo de Chile: jóvenes excluidos del sistema escolar, adultos mayores en abandono, hombres y mujeres en situación de calle, entre otros.
Todos han coincidido en afirmar que la sequedad de la pradera nacional tiene una única explicación: la desigualdad, no sólo económica, sino de trato. Al iniciar estos diálogos en los territorios, identificamos tres A: abandono, abuso y angustia. Ahora, después de escuchar a tantos chilenos marginados en razón de un sistema que los excluye, rescatamos otra trilogía, las tres D: diálogo, dignidad y democracia.
Estas tres palabras resumen lo que a juicio de los más vulnerables se requiere para superar la crisis: empezar a oírse y dialogar, reconocer la dignidad de todos y fortalecer nuestra debilitada democracia.
Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo del Hogar de Cristo
Alza del desempleo
Una de las consecuencias de la crisis política evidenciada en el país, desde el 18 de octubre a la fecha, es el crecimiento negativo y el alza en el desempleo. Este último, aumentó a 7% a nivel nacional y en el Gran Santiago llegó a 8.8%. Por otro lado, crece también la informalidad a un 30.4%.
La cesantía y la informalidad son dos enemigos declarados de una mejor calidad de vida, previsión y salud. Sin duda, esto lo sufren en una mayor medida quienes menos tienen. Los despidos y dificultades para obtener un nuevo empleo son una amenaza latente para nuestra clase media.
Por tanto, se vuelve imprescindible reestablecer condiciones para crecer económicamente y crear empleos que palien las pérdidas. De lo contrario, tendremos un nuevo récord en el "Chile despierto", comenzará a aumentar la pobreza. No demos pasos hacia atrás.
José Luis Trevia
Deterioro de la economía
Entrampados en discusiones constitucionales, mientras la economía se sigue deteriorando.
Renato González