Girondinos en Puerto Montt
Se conoce como "girondinos" a un grupo político conformado por intelectuales y empresarios partidarios de la revolución francesa, que pretendían que ésta se desarrollara de forma moderada y así conservar sus privilegios burgueses.
Si a alguien esto le suena conocido en Puerto Montt, es porque nos encontramos rodeados de personas que, incluso con buenas intenciones, actúan en este mismo sentido: los que instalaron la bandera separatista mapuche como símbolo oficial de nuestra ciudad; los que llevan años falseando su historia y relativizando los logros de quienes la construyeron; los que se pliegan a marchas no autorizadas y justifican la delincuencia disfrazada de protesta social; los que les dan tribuna a todos los anteriores en sus medios u organizaciones; etc.
Los girondinos son recordados por haber abierto la puerta a la sublevación, para luego ser perseguidos y ejecutados por los elementos radicales de ésta. Esperemos que sus símiles contemporáneos no olviden que la historia es cíclica.
René Fuchslocher Raddatz
Ambulantes en Paseo Illapel
Esta Municipalidad de Puerto Montt sólo promueve el desorden y caos en el Paseo Illapel. Con los 50 módulos para el comercio informal que están instalando en calle Illapel, seguirán bloqueando los accesos en el ingreso al mall, generando inseguridad y un trato desigual con los emprendedores que sí pagan sus patentes y otorgan boletas en el pago de impuesto.
¿Hasta cuándo seguirán boicoteando los accesos? Es una vergüenza el daño que hacen, el administrador municipal sólo empeora las cosas con sus decisiones. El perjuicio que están provocando a la ciudad es vergonzoso y lamentable.
Rocío Athens
Plebiscito constitucional
En los medios de comunicación se viene hablando de una "campaña del terror" por parte de quienes apoyamos la opción rechazo, en el próximo plebiscito de abril. No creo que sea tal cosa. Yo la llamaría, más bien, una "campaña del sentido común".
Es el sentido común el que hace que una persona normal mire las opciones, evalúe la evidencia y tome la decisión de rechazar. Por una parte, tenemos la continuidad de una Constitución que durante 40 años ha dado estabilidad y progreso a Chile, que es conocida en todo detalle y que, además, permite por sí misma modificarse en aquellos aspectos que es necesario perfeccionar, sin cambiar todo lo demás.
En el otro lado, tenemos… nada: una hoja en blanco, un sistema de acuerdos para redactarla que nace viciado (1/3 + 1 es suficiente para que no haya ningún acuerdo), redactores desconocidos y, por lo tanto, un resultado imposible de proyectar; todo, en un proceso que generará costos directos e indirectos inconmensurables durante al menos dos años. Además, el observador con sentido común ve que quienes son los más fervientes promotores de la nueva constitución son, también, los que amparan la violencia y medios no democráticos de convivencia.
Así, es el sentido común el que manda votar "rechazo", no el terror.
Andrés Fuentes Belmar
Nuevos partidos políticos
El temor por quedar fuera del plebiscito de abril ha provocado que, desde el pasado octubre a la fecha, nueve partidos políticos se hayan inscrito en el Servel. Un aumento exponencial en comparación a la misma fecha el año pasado. Entre ellos, los más populares han sido el polémico (y ahora huérfano) Partido por la Dignidad y el reciente Partido Alternativa Feminista.
El pluralismo es bueno. Refleja una sociedad democrática, sana y abierta a la participación de diferentes posturas e ideologías. Sin embargo, no puede sino resultar un tanto ruidoso que ahora formar un partido se haya convertido en pan de cada día. Si este fenómeno continúa, podríamos atravesar una compleja fragmentación y banalización de la política, llegando a entorpecer su propia participación en el proceso constitucional.
Bárbara Haas
Abusos y desórdenes
A nuestras autoridades, el suscrito, como muchos, les planteamos la pregunta más básica como ciudadanos de trabajo y de paz; al ver como se derrumba nuestra nación: ¿Hasta cuándo seguirán los abusos, el libertinaje, los desórdenes y la ingobernabilidad?; ¿hasta cuándo y cuánto más deberemos esperar para destronar la anarquía y el irrespeto imperante?
Obvio, primero, ordenar la casa, después lo demás. ¡Qué decepción más grande de esta "democracia", que nos condujo paradójicamente a estos difíciles tiempos y que irrisoria e internacionalmente por algún organismo ha sido calificada recientemente de "democracia plena".
José Manuel Caerols