Alma López Espinoza
Estudiantes de tres colegios privados de la zona aseguran tener dificultades para poder fijar posiciones en torno a la situación del país, ya que dentro de las instituciones cada alumno tiene opiniones diferentes. Sin embargo, representantes de agrupaciones estudiantiles expresaron, a título personal, su solidaridad y apoyo con sus compañeros de centros públicos.
La presidenta del Centro de Alumnos (CA) del Colegio San Javier de Puerto Montt, Ignacia Nishikawa, lamentó que, por ejemplo, los jóvenes del Liceo de Hombres Manuel Montt hayan tenido que recurrir a la toma de su instituto para poder obtener la atención de las autoridades municipales.
"Estamos de acuerdo con la decisión de los estudiantes porque tienen sus motivos, lamentablemente fue una acción necesaria. Ellos están muy claros en sus peticiones. El DAEM (Depto. de Administración de Educación Municipal) tiene que hacerse responsable por las clases no impartidas y por los chicos de otros centros que están en riesgo de repitencia y pueden perder el año escolar", expuso.
La alumna de 3° medio indicó que una de las aristas de la lucha social es por una educación equitativa, por lo que precisó que las protestas no se deben detener, ya que, según su parecer, no se han conseguido los objetivos. "No se pueden bajar los brazos porque aún no hemos logrado nada; se ha avanzado, pero no se han atendido las demandas sociales principales. El gobierno lanza leyes como la antiencapuchados que propician más el desorden público", adujo.
Sobre la participación del alumnado en protestas, Nishikawa indicó que han tenido cabildos estudiantiles y se han hecho varias intervenciones, además los jóvenes han podido asistir individualmente a marchas. "Desde las primeras semanas de protestas, se acortó la jornada de clases hasta las 13.30 horas; no estamos en un ambiente normal", reiteró.
Restricciones
La líder del CA del Colegio Alemán de Puerto Varas, Amira Jadue, aseguró que como centro, la posición es neutra porque las posturas de cada integrante de la comunidad es distinta en cuanto a las manifestaciones y exigencias ciudadanas.
"No puedo hablar como centro de estudiantes, pero personalmente estoy de acuerdo con las protestas. Como asociación hemos ofrecido información a los alumnos sobre que está pasando de manera objetiva. No hemos organizado cabildos, pero sí jornadas de reflexión, en las que se tocaron distintos temas, como la constitución y cómo funciona", destacó.
El también miembro de la instancia académica, Lucas Bottcher, manifestó su "apoyo a toda la causa", a título personal, y agregó que una de las dificultades a las que se han enfrentado para dar información a los estudiantes, es la restricción del centro de apoderados.
"Hay un miedo constante por parte de los padres a que los chicos reciban información con corrientes ideológicas y por eso la restringen", anota.
Por su parte, la presidenta del Centro de Alumnos del Colegio Germania del Verbo Divino, Karla Neumann, ubicado en Puerto Varas, precisó que por tener una educación de características religiosas, no les han facilitado los espacios para la conversación o debate. De manera independiente, ha asistido a marchas pacíficas, al igual que otros compañeros.
"Como centro de alumnos nos hubiera encantado hacer cabildos o reuniones para hablar sobre el tema, pero no tenemos muchos alumnos que quieran reunirse para compartir. La diferencia de opiniones genera conflicto y en mi colegio hay muchas diferencias de opiniones y cualquier conversación va a generar algún problema. En el colegio no hay muchos espacios para expresarnos por nuestra línea de educación", lamentó. Respecto a la situación de alumnos de centros públicos, calificó el tema como delicado y consideró que los estudiantes tienen derecho a manifestarse y dar a conocer descontento, pero que, no obstante, "hay que asegurar que los chicos tengan su educación y lo ideal es que no se vayan a atrasar".