Sobrepasado ya el mes del reventón social a través del territorio, impresionantemente expresado en las calles del país, donde en forma multitudinaria los chilenos han reiterado su descontento con el modelo económico, las desigualdades, privilegios y abusos -tras el reciente acuerdo de las fuerzas políticas para una renovación constitucional garante de los cambios sociales comprometidos-, la población se inquieta, en virtud de las urgencias sociales, porque la elaboración de una nueva Carta Fundamental es una tarea de largo aliento.
Por ello, es que las distintas organizaciones comunitarias, desde ya, se preocupan y piden a sus autoridades elaboren una agenda corta que aborde su petitorio, comenzando por lo más apremiante relacionado con salarios, pensiones, salud, educación, transporte, tercera edad, entre otros. Y para lo cual, las comunidades entre sí y con sus alcaldes se abocan en delinear un orden de prioridades. Mientras, la autoridad regional y sus seremis, al igual que los jefes comunales y concejales, han enfocado sus presupuestos y futuras inversiones con predominio sobre las vulnerabilidades sociales y sus carencias.
Así, entonces, ante esta realidad de palpitantes expectativas, ya comienzan a surgir interesantes respuestas al clamor ciudadano de más dignidad, equidad y trato humanitario. Entre ellas, el acuerdo entre gobierno y oposición para el alza de un 50% en la Pensión Básica Solidaria para mayores de 80 años a contar del cercano 2020; la aprobación por la comisión de constitución de la Cámara de Diputados de la rebaja del 50% en la dieta de las autoridades y parlamentarios; el establecimiento de catorce medidas para abaratar los precios de los remedios; un plan de entrega de subsidios a 61 emprendedores de la Región de Los Lagos, que fueron afectados por los desmanes, así como también se anuncia una baja de intereses en los créditos para productores campesinos. A su vez, los municipios acordaron una consulta ciudadana el 15 de diciembre, referida a las prioridades sociales, las mismas que ameritan atenderse con la mayor diligencia, tal cual ya se aprecia.